DICTAMEN: LA “IGUALDAD” LUEGO DE CATORCE AÑOS DE “REVOLUCIÓN”

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 Hace poco el canal del Estado VTV pasó un documental sobre la cultura del consumismo y la estrategia capitalista de la obsolescencia, donde señalaban como ejemplo principal la conducta (deplorable según el punto de vista del documental) de adquirir el teléfono de última generación o la pieza tecnológica de moda. La verdad es que vi con mucha atención el programa, en el que parecían describir sin darse cuenta a los ministros del gobierno, a los diputados oficialistas, a las hijas del presidente y a personajes como Mario Silva, quien se declara comunista a rabiar con un Blackberrry y un Ipad en sus manos. La verdad es que según ese documental de VTV, todos los funcionarios chavistas, sin excepción, son “consumistas” al mejor estilo capitalista.

Tamaña contradicción e hipocresía, me hizo reflexionar sobre el tan prostituido valor de la igualdad dentro de los parámetros prácticos de esta “revolución” que ya tiene década y media en el poder. Si comenzamos por el tema de la telefonía móvil, tenemos que hoy en día todos los “chavistas” con poder (incluyendo a Chávez) exhiben sin vergüenza sus teléfonos norteamericanos de última generación, mientras le ofertan al pueblo soberano un telefonito hecho en casa llamado “el vergatario”, que ni “de verga” es utilizado por una hija o un ministro de Chávez. O sea, la igualdad revolucionaria consiste en que el pueblo debe tener un teléfono chimbo, mientras que los burócratas y sus familias ostentan Blackberry y Ipad que sustituyen anualmente para hacerle honor a la tesis de la obsolescencia tan satanizada por su discurso. Por cierto, que esta brecha tecnológica creada por ellos mismos, ha generado una violencia sin precedentes hasta el punto que hoy matan a un venezolano para quitarles el teléfono de última generación que muestra Mario Silva todos los días en su programa pero que el pueblo no puede comprar.

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También llama la atención la “igualdad” en el tema de la inseguridad. En este caso los “chavistas enchufados” gozan del privilegio de los guardaespaldas o escoltas, mientras que el pueblo soberano solo puede persignarse para rogar no formar parte de la estadística más atroz de nuestra historia en cuanto a asesinatos, robos y secuestros. Es público y notorio lo de los escoltas de ministros y dirigentes del PSUV, porque no pocas veces han sido asesinados. Poniendo de ejemplo nuevamente al comunista más bocón, Mario Silva ha confesado en dos oportunidades por su programa que le han matado a sus escoltas. O sea, ellos sí tienen quien los proteja porque con el dinero del pueblo se dan el lujo de pagar seguridad privada. Así es muy fácil decir que lo de la inseguridad es una olla mediática.

Finalmente no puedo dejar de comparar la “igualdad” en el tema de la salud, en relación con la manera como se trata su enfermedad el presidente. Chávez ha viajado innumerables veces en un año para operarse y hacerse tratamientos en el extranjero, específicamente en Cuba. Se da el lujo de mudar a La Habana a su gabinete para poder mandar desde el extranjero, donde actualmente reside la mayor cantidad del tiempo. De vez en cuando viene unos días al país donde también se gasta un “realero” en recibimientos y despedidas. Su familia no tiene inconveniente en visitarlo cuantas veces sea necesario o en acompañarlo indefinidamente en Cuba. En fin, el dinero no es problema para un presidente “socialista” que luego de catorce años mandando no es capaz de hacerse ni una sesión de radioterapia en su país. Allá el pueblo y su viacrusis cuando le toca tratarse un cáncer en Venezuela.

El caso es que el socialismo chavista es una farsa, como bien lo dijo nada menos que Pepe Mujica recientemente. El pueblo se tiene que conformar con mercales, misiones y módulos asistenciales, mientras que la burocracia administradora de los recursos públicos gozan de todo tipo de privilegios. Sus hijos están en colegios privados, tienen acceso a la medicina privada y, por supuesto, todos usan las herramientas tecnológicas imperiales de última moda. Que la case media trabajadora haga cola para comprarse un “turpialito” Veniran, mientras ellos pasan tocando corneta en sus Hummer y Toyota. Así funciona la “igualdad” en Venezuela luego de catorce años de una supuesta revolución socialista que ha generado la elite más poderosa y adinerada que cualquier burguesía criolla del pasado. Lo de Aponte Aponte es solo un ejemplo, se trata de una cúpula militar mafiosa y corrupta amparada por un gobierno hipócrita que entretiene al pueblo con un discurso socialista, para que no nos demos cuenta que están saquendo al país. El que tenga ojos que vea, ellos son la “burguesía apátrida”.

Twitter: @chatoguedez

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