Mensualmente, el área de consulta de seguimiento neonatal del Hospital Central Antonio María Pineda (HCAMP) de Barquisimeto guía el desarrollo de aproximadamente 60 niños prematuros, una labor que los propios médicos consideran como «gratificante».
Nacer antes del tiempo correspondido puede representar un alto riesgo para la vida del bebé, más aún si no se cuenta con los recursos necesarios para cumplir con un tratamiento adecuado para su desarrollo.
Estos casos son muy frecuentes aunque no lo parezca, más aún en Venezuela donde la aguda crisis obliga a las madres más desfavorecidas a no establecer una dieta correcta o seguir un control prenatal, situación que lamentablemente deriva en un parto prematuro.
Por dar un ejemplo, mensualmente en el área de consulta de seguimiento neonatal del Hospital Central Antonio María Pineda (HCAMP) de Barquisimeto se atienden entre 50 a 60 niños prematuros.
Cada pequeño, para poder desarrollarse de una forma adecuada, debe seguir una serie de consultas como es la neuropediatría, la terapia de medicina física y rehabilitación, oftalmología, audición, entre otras.
Así lo señala la médico pediatra Anabel Pereira, adjunta al servicio neonatal del HCAMP, quien dice que, más que un oficio, atender y orientar a los familiares de los niños prematuros es una labor sumamente “gratificante”, no solo para ella sino para todo el personal de salud que cada miércoles allí labora.
«Esta consulta nos llena de satisfacción (…) los familiares del prematuro son los que hacen el mayor esfuerzo. Nosotros solo somos un apoyo y nos gratifica mucho ver que niños que llegaron pesando 1,3 kilogramos terminen desarrollándose de la mejor forma», dijo Pereira frente a las cámaras de Elimpulso.com.
Señala la profesional que el basamento de la consulta es el método piel a piel, que consiste en colocar al recién nacido sobre la piel de su madre, sin que se separe algún momento de la madre.
Pereira explica que a través de este procedimiento, también conocido como método canguro, la madre se vincula al niño, le da amor y sobre todo, le brinda calor, mismo que le ayuda a ambos a producir hormonas que promueven el crecimiento del bebé.
«Aquí le damos la acogida a las familias para orientarlos en todo lo que es el crecimiento y desarrollo del bebé, y qué necesidades tiene en cuanto a los cuidados», indicó.
Apoyo solidario
Para poder prestar un servicio óptimo, el área de consulta necesita de mayor apoyo por parte de las autoridades sanitarias. Sin embargo, están abiertos a recibir cualquier ayuda solidaria por parte de quienes humanamente quieran colaborar en el desarrollo de los niños prematuros que tanto lo necesitan.
«Necesitamos crecer, necesitamos la donación de equipos que se necesitan para prevenir sorderas, equipos para visualizar si tiene una hemorragia cerebral», dijo Pereira, quien agregó que se cuenta con la disposición de profesionales que «ad honorem» pueden apoyar, pero que no lo hacen porque no se cuenta con dichos equipos.
«Queremos hacer un llamado a aquellas personas que se sientan motivadas, o que sientan empatía con estas familias y niños, a que nos ayuden a crecer», reiteró.
