Acostumbrada a colgarse el metal dorado en el cuello, Mariana Pajón sonrió radiante y sin reproche alguno.
El reinado olímpico de la colombiana en el BMX había llegado a su fin, conformándose el viernes con la medalla de plata cuando no pudo darle alcance a la británica Beth Shriever.
Pajón llegó a la cita de Tokio 2020 precedida por un 2018 de pesadilla, primero con un diagnóstico de mononucleosis y luego una lesión de desgarros de ligamentos en la rodilla izquierda.
Revalidar sus títulos de Londres 2012 y Río 2016 era algo que divisaba con aprensión.
Así que subirse al segundo cajón del podio en Japón para enseñar su medalla de plata, el muñeco de Miraitowa — la mascota olímpica — y un ramo de girasoles le hizo hinchar el pecho con orgullo personal y patrio.
«A mí esta plata vale oro y hasta algo más», dijo Pajón. “No sé donde saqué la medalla, ni sé de dónde saqué la clasificación o cómo llegué a la final”.
Shriever superó por media rueda a Pajón, con una diferencia de apenas nueve centésimas de segundo.
De la nueva generación, con 22 años, Shriever señaló que Pajón siempre ha sido su ejemplo a seguir en el BMX.
“Verla ganar esos dos oros olímpicos fueron mi mayor inspiración. Ha sido mi modelo”, dijo la flamante campeón. “He calcado su estilo».
Shriever se apoderó del liderato desde la primera curva y supo contener la arremetida de Pajón en la recta final. La holandesa Merel Smulders atrapó el bronce.
«Dejé las piernas, el alma y el corazón tirados en esa recta tratando de alcanzarla”, dijo Pajón al recordar sus vicisitudes recientes, desde la lesión hasta un contagio e COVID-19 a fines del año pasado.
“Creo que te das cuenta cuando no estás en las mejores condiciones”, dijo. “Es una realidad que ya yo no soy la misma de hace 9 años en Londres o de hace cinco en Río”.
“La lesión me marcó”, añadió. “Ya no tengo el mismo pedalazo y la confianza».
A sus 29 años, Pajón hizo historia al convertirse en la única deportista de Colombia que conquista tres medallas olímpicas.
Pajón se asombró cuando se lo mencionaron.
“El simplemente estar aquí luchando hasta el final fue un triunfo», dijo.
¿Y habrá Mariana Pajón dentro de tres años en los Juegos de París?
No quiso comprometerse plenamente y mencionó que podría incursionar en otra modalidad en el ciclismo de pista — la persecución por equipos.
“Quiero ir paso por paso. Siempre que pueda servir a mi país, ahí estaré. No sé en que bici pero ahí estaré”, dijo.
Colombia también subió al podio en la final masculina, con el colombiano Carlos Ramírez Yepes llevándose la presea de bronce. Fue su mismo resultado de hace cinco años en los Juegos de Río.
El holandés Niek Kimmann se proclamó campeón, seguido por el británico Kye Whyte.
El estadounidense y campeón defensor Connor Fields tuvo que salir en camilla y trasladado en ambulancia tras sufrir una caída en la tercera semifinal.
Fields había quedado cuarto en las primeras dos carreras de la jornada y cayó muy mal al tomar la primera curva de la tercera, siendo embestido por otros dos bicicrossistas.
La jornada en el Parque de Deportes Urbano Ariake comenzó con un atraso de 45 minutos debido a que la lluvia en las horas previas había dejado mojada la pista.