Uno de los oficios más reconocidos a nivel mundial es el de bomberos, pero en el municipio Palavecino, nuestros efectivos son realmente héroes nacionales.
Este miércoles, a las 9:30 de la mañana, se registró un voraz incendio en el Caserío Papelón, específicamente en el sector II, consumiendo en su totalidad un rancho de tablas y latas.
Los vecinos alarmados llamaron inmediatamente al Cuerpo de Bomberos de Palavecino, quienes acudieron al lugar una hora y media más tarde.
El retraso fue involuntario, por cuanto el equipo de nueve funcionarios, en escasos siete minutos, ya estaban prestos a salir de la sede con toda su precaria indumentaria y menguados equipos.
A punta de baldes
Sin embargo, el camión cisterna estaba fuera de servicio debido a fallas mecánicas.
Así lo declaró, desde el sitio del siniestro, el sargento primero Jonathan Peña, bombero del municipio, acompañado de sus hombres cansados por el esfuerzo.
Acotó que gracias a un tracto con cisterna de CVAL, pudieron terminar de extinguir el incendio.
También ofreció su gratitud a los vecinos de Papelón, que desde temprano hicieron lo propio.
-La unidad cisterna del Cuerpo de Bomberos pasó a mantenimiento por una falla con las crucetas, pero a fuerza de baldes de agua, pudimos terminar de apagar el fuego, apuntó el funcionario.
Otro de los elementos que agravó el escenario, se debió a la carencia de agua en esa populosa comunidad, dijeron los vecinos.
Al terminar las labores de sofocamiento, especialistas del Cuerpo de Bomberos, realizarán las pesquisas para determinar con veracidad la causa del siniestro.
Llamado de atención
Por otra parte, Vidalina Pérez, habitante de Papelón, deploró que los bomberos de Palavecino trabajen con tantas carencias, exponiendo en la mayoría de los casos su integridad física al no disponer de equipos adecuados para las exigencias de los siniestros.
-¿Dónde están los recursos recaudados en el municipio; en qué se invierten? Es evidente que en dotación al Cuerpo de Bomberos no es, increpó al tiempo que hizo un llamado de atención al alcalde Richard Coroba, quien en su gestión no ha asignado los suficientes recursos a esta importante instancia.
Ocho meses de promesas paralizadas
A un lado de la vivienda consumida por el fuego en el Caserío Papelón, existe una estructura metálica que presume ser una casa.
Esta estructura, así como una segunda ubicada en la misma localidad, están abandonadas a su suerte desde hace ocho meses que corresponden a un lote de casas de la Gran Misión Vivienda Venezuela.
En ese sentido, Maritza Gómez, vocera del consejo comunal, declaró que más allá de la gigantesca valla publicitaria a la entrada del caserío, en la cual se anuncia la edificación de 20 viviendas con una inversión de dos millones 400 mil bolívares, la intención del Gobierno nacional quedó en simples promesas, mientras los beneficiarios siguen viviendo “arrimados y en condiciones muy precarias, caso de la persona que perdió las pocas pertenencias que tenía dentro del rancho de lata”.
-Nosotros estamos cansados de esperar la construcción de las casas anunciadas en la valla, pero la obra está paralizada desde hace ocho meses y no le vemos en queso a la tostada, mientras en otras comunidades ya se pueden ver las casas, acentuó.
Dijo que la ingeniera responsable de la obra, “no se ha dignado a supervisar en qué situación están las casas”.
Reveló que la comunidad tiene serias deficiencias como carencia de agua, alumbrado público, aseo urbano, drenajes y asfaltado, “pero el alcalde se hace el loco a pesar de conocer la situación”.