El presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona, Wael Raad, manifestó que a pesar de que las pequeñas y medianas empresas son las que mueven la economía, en el país no gozan del apoyo del régimen venezolano para desarrollarse, por lo que tienen que sortear muchas dificultades en solitario.
A su juicio, los tributos fiscales, escasez de combustible, la crisis económica a partir de 2013 y la emergencia sanitaria por el COVID-19 desde 2020, les han hecho el camino difícil a los micro empresarios. Sin embargo, añadió que han logrado mantenerse gracias a la innovación, ofreciendo productos de acuerdo con las necesidades del momento, con servicios de envío y extendiéndose a los sitios más remotos.
“Comprendiendo que las pequeñas empresas son las que predominan en el país, porque muchísimas de las grandes han quebrado o se han ido, debería existir un incentivo de la administración de Maduro para impulsarlas, todo se trata de entender que trabajamos en pro de la población. Han existido muchísimas limitantes, pero la falta de ayuda del régimen asfixia tanto a pequeñas como a medianas empresas. Hasta el momento han sido subestimadas y eso hay que corregirlo pronto”, señaló.
Mejoría
El gremialista apuntó que aunque voceros comerciales a escala nacional han reportado un panorama oscuro en el sector con bajas ventas, en Anzoátegui ha mejorado la situación con el flujo del dólar y espera que las venideras temporadas sean más movidas que en años anteriores.
Agregó que las numerosas facilidades de pago también los han beneficiado.
Preocupación
En cuanto a las restricciones por la pandemia, Raad señaló que los comercios buscan acatar la cuarentena. No obstante, repudió que mientras los establecimientos cierran acatando las medidas de seguridad, en la calle se registra todo tipo de actos públicos y sin respetar el distanciamiento o uso del tapabocas.
“El fin de semana, en mi acostumbrado recorrido por la ciudad, vi celebraciones en canchas y comunidades. Me pregunto, dónde está la seguridad, dónde queda la prevención. Mientras los comerciantes nos sometemos a pérdida respetando la cuarentena y para evitar multas o sanciones, el resto de la población está entregada al desorden y nadie dice nada”, enfatizó el presidente de la Cámara de Comercio de Barcelona.
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