El Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces) se encuentra, según su directiva, en proceso de evaluación de todos los programas de formación que ha dado paso a ciertas modificaciones de los proyectos que se desarrollan en el ámbito nacional. Entre los cambios, se encuentra la suspensión de las inscripciones para séptimo grado de educación básica y cuarto año de educación media técnica, tanto en el Programa de Educación Especial como en el Programa de Formación.
Ante el comunicado sobre la suspensión de las inscripciones para esos grados, los representantes y alumnos decidieron emprender distintas acciones para luchar por la continuidad del proyecto que abarca una población de 1.400 estudiantes en el estado Lara.
La mañana del lunes, se trasladaron a la sede del Inces, en la Zona Industrial I, y protagonizaron una toma pacífica de la institución, que concluyó con una reunión con Andrés Prado, jefe regional de División de Formación Profesional.
Milexa Colmenárez, representante, explicó que los alumnos de los programas de formación egresan como técnicos en diferentes menciones.
“La suspensión de las inscripciones por parte de la gerencia general del Inces, se traduce en la suspensión definitiva del programa, dado que quienes estén en segundo año de educación básica cumplirán su ciclo hasta el tercer año, y los alumnos del quinto año de educación técnica culminarán sus estudios en el sexto; pero el programa no tendrá continuidad pues están suspendidos los nuevos ingresos”.
Detalló que la situación afecta a 135 alumnos de educación especial, así como a unos 130 docentes de los programas regionales de formación.
“No sabemos qué pasará con nuestros jóvenes con necesidades especiales, porque desconocemos la existencia de otras instituciones especializadas que le den cabida a la población que quedará flotante”.
El currículo educativo de los alumnos de educación especial es diferente al que se maneja en las instituciones públicas tradicionales, “ello significa que nuestros hijos quedarán fuera del sistema y deberán regresar al primer año de bachillerato para completar sus estudios en el sistema tradicional”.
¿Qué va pasar con los jóvenes de educación especial? se preguntan los padres y representantes, quienes, al mismo tiempo, hacen referencia al artículo constitucional que ampara a las personas con discapacidad.
Capacitación y calidad
Los padres y representantes aseguraron que sus hijos reciben una importante capacitación en los programas de formación del Inces-Lara, cuya calidad les ha permitido incorporarse en el mercado laboral o bien, continuar su formación académica en las carreras que ofrece la Misión Sucre.
“Los psicopedagogos y psicólogos que atienden a nuestros jóvenes de educación especial, recomiendan mantenerlos en el programa gracias a su progreso”, acota Colmenárez.
“Esta situación ha desencadenado problemas emocionales en ellos, porque se preguntan qué van hacer de aquí en adelante”.
Comunicado a Caracas
Lisbeth Álvarez de Marchán, docente y representante, destacó que el programa de educación básica inició en 1998 y agrupa estudiantes de Tamaca, Duaca, Simón Planas, Carora y el Liceo Rafael Villavicencio, este último con el espacio para educación especial, cuyas actividades iniciaron en el período académico 2003- 2004.
“Es la tercera vez que emprendemos acciones en defensa del programa de educación especial, que atiende a jóvenes con autismo, problemas motores, visuales, entre otros”.
Durante la reunión con el coordinador regional del programa, Andrés Prado, acordaron elaborar un documento que fue enviado por fax a Caracas, en el que solicitan la continuidad del proyecto y argumentan los beneficios que ha traído para la colectividad.
Los representantes esperan que la respuesta se concrete en 24 ó 48 horas y, mientras transcurre ese lapso, se mantendrán en situación de emergencia e impedirán las inscripciones para los alumnos regulares.
Fotos: Simón Alberto Orellana
