Para superar la crisis que vive Venezuela se impone la necesidad de crear grandes consensos en una sociedad, hacia donde debe ir en lo económico, cuales son las leyes fundamentales y la interacción que debe tener y como poder mantener un crecimiento económico sostenido por décadas, que lo que al final nos va a ayudar a salir de la pobreza y restablecer los niveles de riqueza.
El pronunciamiento lo hizo el economista y director de Ecoanalítica, Alejandro Grisanti, en el marco del foro “Propuestas para Resolver la Crisis Económica de Venezuela”, organizado por el Observatorio Venezolano de Finanzas.
Grisanti señaló que esto no será posible si no nos ponemos de acuerdo acerca de cómo hacerlo, advirtiendo que en estos temas no solo se trata de política económica, sino de economía política, que permita determinar qué es lo que factible de ver en la parte política, que es lo que nos puede enrumbar como país y llevarnos a una política de crecimiento, con consensos que sean duraderos, por lo menos que duren 50 años y que sean lo suficientemente atractivos para los agentes económicos internacionales, para poder traer inversiones internacionales y no que estemos en esta situación de ir y venir y en donde la primera minoría le imponga al resto de la sociedad su visión de país.
Grisanti estima que para el primer año de la recuperación se requieren recursos internacionales por el orden de los $22.000 millones; de los cuales se destinarán $2.800 millones a Salud; $1.800 millones a Educación y $5.000 millones para el sector agrícola, entre otros.
Señala que Venezuela ha tenido tres períodos en su historia, entre 1920-1967 donde hubo un crecimiento económico sostenido; entre 1977-2012 hubo un una economía con un país a la deriva donde no hubo consensos, cambiando esos procesos y modelos económicos y luego entre el 2013 y 2020 donde observamos esta profunda caída que estamos viendo en el ingreso per capital de los venezolanos, que es un período de destrucción masivo que se ha dado durante el gobierno de Nicolás Maduro, que lleva al PIB per cápita a que retroceda 85 años y a que el nivel de ingreso y bienestar de los de los venezolanos, sea hoy similar al que vivía en 1935 mucho antes que pereciera el dictador Gómez, afirmando que se trata de un retroceso sumamente abismal, advirtiendo que Maduro no solo nos está quitando el presente, sino que viene destruyendo el futuro, puesto que el promedio para retomar el nivel de crecimiento que tuvimos, nos va a llevar 35 año, afirmando que por cada año que ha estado Maduro en el poder, nos va a costar 4 años para reconstruir lo que se ha venido destruyendo.
No habrá crecimiento sin un acuerdo político
Explica Grisanti que cualquier programa que busque el crecimiento económico sostenido, cualquier programa que pase por una reconstrucción del país, cree que es fundamental, es una condición necesaria, “es imposible llegar a una senda de crecimiento sostenido si no se produce en Venezuela un acuerdo político, que ataje, que busque crear los consensos para atacar de manera inmediata, eficaz y efectiva las inmensas aristas que engloba esta problemática venezolana y esta crisis; tenemos que llegar a un acuerdo no solo entre los venezolanos, sino un acuerdo político que sea reconocido internacionalmente”.
Señala que estamos en presencia de un problema de legitimidad de origen, muchos países y muchos venezolanos no reconocen la elección presidencial del 2018, allí se produce una ruptura de quien puede ser o no el gobierno en Venezuela, independientemente de que el territorio este controlado por una fracción política, pero hace falta llegar a este consenso, hace falta llegar a que ese gobierno sea reconocido por todos los países internacionales, es necesario que a donde se vaya, representados por un gobierno transitorio, afirmando que ojalá que así sea, este gobierno sea reconocido internacionalmente ya que es la única manera que ese reconocimiento internacional nos va a permitir acceder al financiamiento internacional, reestructurar la deuda, atraer inversiones para nuestra industria petrolera que sigue siendo al final la industria más competitiva que tiene el país.
Advierte que de perdurar el régimen de Nicolás Maduro, tal como está, a pesar de haber tomado algunas medidas y ser más pragmáticos, que pueden haber algunas ganancias por la estabilización de la dolarización, a pesar de que han restituido algunas leyes del mercado, de continuar este proceso lo que yo veo es la estabilización de la crisis, o sea que esta profunda crisis que ha tenido Venezuela termine estabilizándose en ese nivel, pero que no se produzca crecimiento económico.
Grisanti plantea que es necesario reinsertar las libertades económicas que tienen los venezolanos, que puedan poder invertir, trabajar e intercambiar bienes y servicios de manera libre y sana para poder empren der este programa de crecimiento económico, siendo necesario desmantelar, desde el punto de vista legal, todos estos controles de precios, de cambios y todos aquellos que impiden a los agentes económicos poder invertir y tener ciclos sanos de crecimiento.
“También tenemos que darnos cuenta que ya no hay posibilidades de mantener un super Estado, un petro Estado, sino que más bien muchas de las estrategias de crecimiento económico, deben tener un fuerte apoyo del sector privado, el financiamiento internacional debe tener una prioridad muy grande de gasto para resolver la emergencia humanitaria, estimamos que para el primer años se requieren US$ 22.000 millones y para los primeros cinco años estamos hablando de una cifra de US$ 50.000 millones”, afirmó.
Explico que vistas las cifras, el PIB de Venezuela en estos momentos puede ser de US$ 40.000 a US$ 45.000millones, indicando que esta destrucción de valor que ha tenido el país, implica que necesitamos cerca del 50% del PIB en financiamiento interno.
Grisanti a Manera de resumen de su exposición, señaló que los aspectos básicos para rescatar al país de la crisis son : Rescatar las libertades económicas, lograr el financiamiento internacional, adelantar la restructuración de la deuda pública y la recuperación de la industria petrolera para convertirla en base de la recuperación de la economía nacional.