El Colegio Médico de Chile propuso este lunes un confinamiento absoluto durante tres semanas en los territorios con más contagios para bajar la circulación comunitaria del nuevo coronavirus.
El gobierno, a diferencia del plan del Colegio Médico (COLMED), enfrenta los 7.000 nuevos casos diarios en promedio y el 96% de ocupación de camas con ventilador con cuarentenas que, en la práctica, no son tales porque más de ocho de los 19 millones de chilenos que completaron su vacunación pueden moverse libremente por sus barrios.
El plan de los médicos fue difundido en una rueda de prensa en línea por los dirigentes del COLMED y será expuesto al presidente Sebastián Piñera, al Congreso y a sectores económicos y gremiales, entre otros, para alcanzar un consenso para su aplicación, dijo la presidenta del COLMED, Izkia Siches.
“Agradecemos esta propuesta y la estudiaremos en su mérito”, dijo el ministro de Salud, Enrique Paris, al dar un informe sobre el estado de la pandemia en el país.
“Atravesamos uno de los momentos más críticos que hemos conocido hasta la fecha”, lo que no significa que pueden ser más duros aun, pensando que se viene el invierno, sostuvo Siches.
De las 4.525 camas de cuidados intensivos habilitadas por las autoridades, 4.365 estaban ocupadas el lunes, la mayoría por enfermos de COVID-19 que no están vacunados o les falta una dosis, según cifras oficiales.
El COLMED se retiró hace unas semanas de una mesa de asesores del gobierno tras afirmar que sus propuestas no eran escuchadas y luego de que se rechazó su demanda de no implementar el “pase de movilidad”. Los próximos días mostrarán si, como temen los médicos, este permiso de traslado influyó en el aumento de infectados.
La estrategia de los médicos implica “por una única vez” y durante tres semanas un “corto circuito epidémico”, que incluye el cierre de todas las actividades productivas, excepto las esenciales, suspender el “pase de movilidad”, limitar el transporte público y privado y la mantener cerradas las fronteras, entre otras restricciones.
La implementación del “corto circuito” requiere “evidentemente, un abordaje con la ciudadanía y que sea de amplio consenso nacional, tanto con los sectores productivos como con las personas que hoy día están enfrentando lo más duro de la pandemia”, dijo Siches.
El programa propone establecer “burbujas sanitarias” con estrictas “fronteras sanitarias” en los territorios que bajen su transmisión viral y aumentar el rastreo de los contagiados y sus contactos para evitar rebrotes. Para ingresar a ellas se necesitará estar vacunado con ambas dosis y tener una prueba de un máximo de 72 horas de antigüedad que asegure que la persona no está contagiada.
La propuesta propone cambiar las prioridades y permitir en las primeras etapas de disminución viral el retorno de las clases presenciales.
Los médicos destacaron el exitoso proceso de vacunación local y propusieron reforzarlo mientras está en vigor el confinamiento absoluto.
Chile, cuya meta es vacunar a 15 de sus 19 millones de habitantes, ya inmunizó con dos dosis al 59% de la población y al 76,6% con una. La próxima semana empezará la inoculación de los menores de 12 a 17 años con enfermedades de base.
El país sudamericano tiene 1,4 millones de contagiados y más de 30.800 fallecidos.