Las personas con enfermedades preexistentes son consideradas por la Organización Mundial de la Salud como pacientes de alto riesgo si contraen COVID-19 y, en consecuencia, como prioridad para recibir la vacuna contra el nuevo coronavirus. No obstante en Venezuela no han sido considerados como tales y esta situación se evidencia en el clamor que hacen los propios pacientes crónicos en Lara, quienes emprenderán este lunes una campaña virtual para exigir ser vacunados.
Pese a que la administración de Maduro, en la voz de su vicepresidenta Delcy Rodríguez, anunció el 13 de febrero, durante la llegada del primer cargamento de Sputnik V, que las personas con comorbilidad serían prioridad para recibir la vacuna contra la COVID-19, los pacientes con insuficiencia renal y sometidos a diálisis en Lara, no han sido vacunados contra el nuevo coronavirus a través del sistema público de salud venezolano.
Así lo confirma la Fundación SOS pacientes renales, dirigida por Douglas Morales, la cual ha venido haciendo gestiones a través de la Dirección regional de Salud, a fin de lograr la vacunación del universo de pacientes en hemodiálisis o con trasplante de riñón que hacen vida en Lara.
En ese sentido estos pacientes crónicos han organizado una campaña virtual para este lunes a las 6:30 p.m. con las etiquetas #VacunasParaPacientesCrónicos y #VzlaMuereSinVacunas con el fin de exigir a las autoridades regionales y nacionales la inmunización para el universo de pacientes crónicos del Estado Lara.
Yaniri Evies, paciente en hemodiálisis, contó a Elimpulso.com que ninguna de las personas con insuficiencia renal en Lara han sido vacunadas hasta la fecha, con las dosis que recibe Venezuela de forma pública, por lo que se mantendrán protestando a través de las redes sociales hasta lograr la inmunización.
En la actualidad la citada fundación y los pacientes renales organizados no han logrado precisar el número exacto de personas con insuficiencia renal en Lara, sin embargo dijeron a Elimpulso.com que superan los 500 pacientes.
Pero las protestas de estas personas no van solo en torno a la falta de vacunas, sino también por la falta de agua para realizarse sus tratamientos de diálisis. Un ejemplo de ello fue la protesta que realizaron el pasado sábado a las afueras de un centro de diálisis de Barquisimeto, debido a que unas 50 personas aguardaban por el agua que debe proveer Hidrolara para poder iniciar su diálisis.
Otro de los clamores de estos pacientes crónicos tiene que ver con que en el país se retomen los trasplantes de riñón, los cuales se paralizaron hace aproximadamente cuatro años a través del sistema público de salud, lo que ha mermado considerablemente la calidad de vida de los candidatos a trasplantes, debido a los altos costos de este procedimiento en centros privados.