Esto quiere decir que sólo será posible cuando el presidente electo de la República se incorpore al cumplimiento de sus funciones.
Sus emisarios Rafael Ramírez y Jorge Giordani no inspiran confianza alguna a los factores que pueden facilitar recursos a Venezuela.
La negativa de los chinos a continuar con las negociaciones de un financiamiento de 15 millardos de dólares a nuestro país o los 500 millones que, finalmente, en diciembre fue a pedir Ramírez evidencia que mientras no esté al frente el jefe del gobierno, los asiáticos no accederán a suscribir ningún crédito.
Pero, no solamente serán los chinos sino también los rusos y Bielorusia, que han estado haciendo préstamos para la adquisición de armas.
En ese mismo grupo hay que incluir al Brasil.
Venezuela, al no lograr nuevos créditos con los países con los cuales ha venido recibiendo recursos, va a tener que recurrir al Banco Interamericano de Desarrollo o al propio Fondo Monetario Internacional, expresó Alcántara.
El crédito del país está comprometido por una razón de naturaleza institucional, que es la no presencia legalmente del Presidente Hugo Chávez a partir de la juramentación de su cargo.
Quienes están intermediando en esa especie de trarquía que está actualmente gobernando el país no tiene la legitimidad suficiente para los facilitadores de empréstitos.
Los observadores internacionales consideran que no son garantes de que cualquier endeudamiento va a ser reconocido por próximas autoridades en el devenir de la República.
Los chinos son la primera evidencia de que el mundo financiero no se va a entender con subalternos sino con el Presidente de la República.
Foto: Luis Salazar