Organizaciones que denuncian abusos de los derechos humanos contra minorías en China exigen un boicot absoluto a los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022, un reclamo que probablemente acentuará la presión sobre el Comité Olímpico Internacional, deportistas, patrocinadores y federaciones deportivas.
Una coalición que representa a uigures, tibetanos, residentes de Hong Kong y otros emitió un comunicado este lunes en el que insta el boicot, pasando por alto medidas de menor escala que se había tanteado, como “boicots diplomáticos” y negociaciones con el COI o China.
“El tiempo de hablar con el COI acabó”, dijo Lhadon Tethong, del Instituto de Acción del Tíbet, en una entrevista exclusiva con The Associated Press. “Estos no pueden ser unos Juegos como de costumbre o negocios como de costumbre; no para el COI y tampoco para la comunidad internacional”.
Los Juegos de Beijing están programados para ser inaugurados el 4 de febrero de 2022, apenas seis meses después de que terminen los aplazados Juegos Olímpicos de verano en Tokio.
Organizaciones defensoras de los derechos humanos se han reunido varias veces durante el último año con el COI, para solicitarle que las justas invernales sean sacadas de China. Una activista importante en esos contactos fue Zumretay Arkin del Congreso Mundial Uigur.
La propia Tethong fue detenida y deportada de China en 2007 — un año antes de los Juegos Olímpicos de Verano de Beijing — por liderar una campaña por el Tíbet.
“La situación en la que nos encontramos actualmente es evidentemente peor que la de entonces”, dijo Tethong al advertir que el COI afirmó que los Juegos Olímpicos de 2008 mejorarían la situación de los derechos humanos en China. “Si los Juegos siguen delante, Beijing recibirá un sello internacional de aprobación por lo que están haciendo”.
El clamor por un boicot se produce un día antes de una audiencia conjunta en el Congreso de Estados Unidos enfocada en los Juegos Olímpicos de Beijing y el historial de derechos humanos de China, y a sólo días después de que el Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos manifestó que los boicots son ineficaces y únicamente perjudican a los deportistas.
“La gente ha trabajado de buena fe con el COI para que comprendan los problemas directamente de la boca de los más afectados — los uigures que están arriba en la lista y los tibetanos y otros”, dijo Tethong. “Está claro que al COI no le interesan en absoluto el impacto real para las personas en el lugar”.
El COI ha dicho reiteradamente que debe mantenerse como “neutral” y al margen de la política. Con sede en Suiza, el ente es esencialmente una empresa deportiva, que obtiene alrededor del 75% de sus ingresos de la venta de derechos de transmisión audivisual y un 18% más de patrocinadores. También tiene la condición de observador en las Naciones Unidas.
“No somos un gobierno mundial”, declaró recientemente el presidente del COI Thomas Bach.
En tanto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China ha criticado “la politización del deporte”, sosteniendo que cualquier boicot está “condenado al fracaso”. China niega las acusaciones de genocidio contra los uigures.
Un reciente informe del Departamento de Estado de Estados Unidos patentizó explícitamente que, durante el año pasado, se perpetró un “genocidio y crímenes de lesa humanidad” contra musulmanes uigures y otras minorías en la región occidental de Xinjiang.
Tethong señaló que entiende que algunos deportistas podrían oponerse. Pero sostuvo que otros, aupados recientemente bajo el movimiento Black Lives Matter, pueden convertirse en aliados. Afirmó que este es un momento para “sacarse guantes”.
“Obviamente, hay mucha gente preocupada por los deportistas y su trabajo de toda la vida”, dijo Tethong. “Pero al final, es el COI el que los ha puesto en esta posición y ellos son los que deben rendir cuentas”.
La esquiadora estadounidense Mikaela Shiffrin, dos veces medallista olímpica de oro olímpica, detalló el dilema de los deportistas en una entrevista reciente con CNN.
“Ciertamente, no quieres que te pongan en la posición de tener que elegir entre derechos humanos como algo moral o poder hacer tu trabajo”, dijo.