El municipio Palavecino tiene dos cementerios. Uno de ellos es el de Los Rastrojos ubicado en la avenida el Cementerio con calle La Manga. La fachada de este camposanto quedó como un lienzo para la protesta que sus vecinos cercanos hacen constantemente por la escasez de agua.
De hecho, en el cementerio municipal de Los Rastrojos hay un tanque de agua en el que constantemente llega agua y es por ello que los vecinos de esa populosa zona de Palavecino aprovechan y visitan el camposanto a diario, pues irónicamente este es el único lugar del sector que tiene agua constantemente.
En un recorrido de Elimpulso.com por el interior de este camposanto se puede observar que la maleza y la basura son las principales protagonistas de estas instalaciones. Montones de basura se observan al entrar. La maleza tapa las lápidas que quedan en las tumbas pues la mayoría han sido profanadas vandalicamente.
Como es característico de Palavecino los gobiernos municipales no se han encargado de reparar y cuidar este tipo de instalaciones. En el año 2014 el entonces alcalde José Barreras prometió la rehabilitación de los dos cementerios municipales de Palavecino, sin embargo esa tarea quedó pendiente.
En la actualidad la alcaldesa Mirna Vies tampoco ha hecho alguna reparación del Cementerio Municipal de Los Rastrojos, pues la fachada sigue pintada de azul con blanco tal cual como lucía en la época del alcalde “progresista”.
Los habitantes del lugar señalaron que el lugar se presta para guarida de antisociales; un vigilante se encarga del resguardo de las instalaciones y de las mil tumbas, pero los visitantes están totalmente expuestos a la inseguridad. Incluso comentaron que en el lugar guardan objetos robados para ir por ellos días después.
Los propios lugareños recordaron que en épocas pasadas, familias enteras visitaban a sus seres queridos, recordaban fechas importantes como cumpleaños, Día de los Difuntos y Navidad, sin embargo ahora las visitas que recibe el camposanto es de los propios residentes del sector en busca de un de agua ante la escasez del vital líquido en la zona y la posibilidad que brinda el tanque del cementerio a la que ven como una fuente divina.