Pensar
Después de haber realizado un largo y tortuoso camino por las contradicciones, debilidades, injusticias, deformaciones, de las sociedades contemporáneas, muchos se preguntaran: ¿Qué hacer? ¿Estamos condenados a la muerte del planeta, la desaparición de la humanidad? ¿En realidad estamos frente al ocaso o fin de la inteligencia y la comunicación humana? ¿Se han terminado las utopías y esperanza?.
Frente a un pensamiento con pretensiones hegemónicas, que ha decretado la muerte de todo, el mundo de las incertidumbres, el caos, el miedo colectivo, las dudas, el fin de las certezas, las crisis de las crisis, la exaltación lo efímero, lo rápido. Un pensamiento hecatombico, con características proféticas que nos induce a un nihilismo permanente. Surge la esperanza, millones de personas en el mundo, organizados unos, espontáneos otros, con diversas creencias e ideologías, salen a protestar contra los que imponen un modelo de injustica. La terrible crisis mundial, ha levantado como respuesta- no solo por sus consecuencias sino a la forma como ha sido manejada- movimientos de rechazo por todos lados y de todas las formas. “Los Indignados” esparcidos por todo el mundo y el ejemplo claro de Latinoamérica en la búsqueda de nuevos caminos.
La esperanza latinoamericana. Latinoamérica ha sido una de las regiones menos afectadas por la crisis mundial: ha diferencia del resto del mundo, su economía no ha dejado de crecer y para el 2012 se esperaba un 3,7%. Esto en parte se debe al crecimiento del comercio interregional y al haber logrado cierto grado de diversidad de su comercio internacional. (CEPAL. http://www.infolatam.com).
América Latina representa el 42% del territorio del continente, toda unida acumula, aproximadamente 598.813.220 habitantes, según se indica en UNEFPA América Latina y el Caribe, es rica en diversidad cultural, lingüística y biológica; se hablan más de 600 idiomas y posee las mayores reservas hídricas y de biomasa leñosa en la tierra, con 5 países entre los de mayor mega biodiversidad biológica y tiene las reservas energéticas más grandes del mundo. (http://lac.unfpa.org/public/cache/offonce/pid/).
Desde los años ochenta, como producto del enfrentamiento al modelo neoliberal, se inició en América latina un movimiento social que ha sacudido y ha traído repercusiones en todo el mundo, en ese mundo desolado después de la crisis del socialismo real, nuevos actores y nuevas expresiones de lucha han surgido desde nuestra región, ya no son solo los sindicatos y los partidos políticos de izquierda solicitando reivindicaciones económicas, ni las tradicionales protestas estudiantiles, o los movimientos guerrilleros clásicos, ahora se suman y lideran los campesinos, los indígenas, las mujeres, los excluidos que como colectivo exigen cambios radicales, auto organización, horizontalidad, democracia directa.
Gobiernos como los de Carlos Andrés Pérez (Venezuela), Carlos Menem (Argentina), Alberto Fujimori (Perú), Salinas de Gortari (México), Collor de Mello y luego Fernando H. Cardoso (Brasil), Cubas Grau (Paraguay) fueron sacudidos y algunos sucumbieron por estos movimientos.
Comenzando en Venezuela con el Caracazo, que no quedo allí y tal como lo señala la socióloga López Maya, solo en el período 1989-1990 se observaron en Venezuela 675 actos de protesta popular. Luego vendrían el movimiento zapatista en enero de 1994, los levantamientos populares sucedidos en argentina el 19 y 20 de diciembre de 2001, el ciclo de luchas encabezadas por la Confederación de nacionalidades Indígenas de Ecuador (Cinaie), en Bolivia con los cocaleros y las denominadas “Guerra del Gas y del Agua”, los Sin Tierra (MST) en Brasil.
En Perú, el movimiento popular fue un factor fundamental en el fin del fujimorazo, los movimientos étnicos en Guatemala y la oposición de los pueblos Mesoamérica contra el Plan Puebla Panamá, destinado a acelerar la penetración del capital y las inversiones transnacionales en Centroamérica, la perdurabilidad y los nuevos matices de la guerrilla colombiana, solo por nombrar una serie permanente de movimientos (protestas pacificas, violentas, resistencia, uso de las redes sociales, tomas de calle, boicot electoral, huelgas, marchas, entre muchas otras) que son los que explican los triunfos de gobiernos populares como el de Chávez, Lula, Kisner, Evo, Correa, Lugo, Ortega, Mujica y Humala.
En el plano de la lucha política, se consolidan movimientos populares, progresistas, o de izquierda que llegan, incluso, a conquistar posiciones de poder en varios países, y el socialismo retoman un nuevo aire, luego de la caída del muro de Berlín y el derrumbe de la Unión Soviética, y a pesar del discurso casi unánime que cantaba la muerte de la ideología y el fin de la historia. Cuba supera más de cincuenta años de bloqueo con una gran fortaleza moral e ideológica y surgen propuestas como el Socialismo del Siglo XXI en Venezuela. Continuará…