Un complejo residencial multifamiliar con 43 historias que lamentar y, hasta principio de 2012, sin posibilidades de habitabilidad.
Ubicadas al oeste del municipio Iribarren, la superestructura fue levantada en el primer gobierno de Carlos Andrés Pérez, con bases que, al término de la ejecución del proyecto, no garantizaban estabilidad.
El 2 de abril del 2011 fue publicado en Gaceta Oficial que el inmueble estaría en la lista de bienes del Estado y más tarde, el 29 de marzo del 2012, los consejos comunales que operan alrededor de la avenida La Salle, comunidad San Francisco, La Playa, entre otros, conocieron que por decreto del Ministerio para el poder popular de Vivienda y Habitad, optaban por un cupo de ocupación.
Falta 48% por ejecutar
Ayer Vladimir Silva, autoridad regional del Ministerio, aseguró que para el último trimestre del año en curso la primera torre recuperada será entregada.
“El urbanismo se está recuperando y para finales del 2013 estaremos entregándolo; son tres torres y por ahora estamos trabajando sólo en una.
Van a vivir 200 familias y la selección ya se está realizando. Las madres solteras son prioridad para la conformación del listado.
Es válido recordar que los consejos comunales también tienen la posibilidad de postular a un grupo familiar”, dijo en primera instancia el ingeniero.
Silva expresó que 52% de la recuperación está cumplida.
“Es una obra compleja. Vamos por el piso 16, después que terminemos con la recuperación, enfrentaremos la etapa más sencilla que es reforzar paredes.
Si un grupo familiar quiere ser tomado en cuenta para el censo, debe inscribirse en la Misión Vivienda Venezuela”.
Empresa proyectista
“Se está trabajando en el reforzamiento lateral de la estructura, colocando unas U de concreto. La obra es compleja porque fue diseñada hace más de 30 años y para entonces obviaron importantes detalles para garantizar estabilidad al edificio. Se está colocando en la parte inferior del edificio una macrolosa, también hemos hechos cambios de cabillas”, explicó Silva. Reiteró que cumplieron con el replanteo de criterios de ingeniería a propósito de las normas sismológica, entendiendo que la capital de Lara con 1.100.000 habitantes, está separada del municipio Palavecino por la falla de Boconó.
Fotos: Elías Rodríguez