Derek Bok, quien fue presidente de Harvard, ha tenido citas memorables a lo largo de su larga y fructífera carrera como pedagogo, académico y abogado. A sus 91 años sigue activo, iluminando el camino de quienes han tenido la fortuna de seguirlo.
Una de esas citas me viene a la mente constantemente: “Si cree que la educación es cara, pruebe entonces con la ignorancia”. Y la ignorancia, justamente, es lo que nos ha traído hasta donde estamos hoy en Venezuela.
Un ignorante es un arma peligrosísima, básicamente porque el ignorante vota. Y como es fácilmente manipulable, su voto es producto de una manipulación, no de un acto de conciencia. No quiero quitarle el componente emocional al voto, pero si el educado se deja llevar por las emociones, el ignorante ni siquiera piensa: obedece porque cree la propaganda.
El régimen venezolano descubrió hace años la “maravilla” que es propiciar la ignorancia como instrumento de dominación. ¿Idea cubana? Debe ser… Aquí, desde Chávez, no se da un paso sin la venia de los cubanos. Por eso han destruido el sistema educativo, que no era nada bueno cuando Chávez asumió la presidencia, pero es que ahora no existe. Como escribí hace un par de semanas, ha muerto la educación en Venezuela.
Lo de la vacunación –o, mejor dicho, la no vacunación en Venezuela- en otros momentos hubiera levantado protestas airadas. Hoy, no. Y no es por el aislamiento que ha producido la pandemia, no. En Carnaval esa misma gente que hoy debía haber salido airada a la calle, se fue a la playa. Es porque la propaganda del régimen, en el mejor estilo de Goebbels, funciona por obra y arte del aparato cubano:
Mi cuñado estaba en un establecimiento hace un par de días con una amiga suya. Cuando venían saliendo, conversaban sobre la indignación que sentían porque Maduro et al habían suspendido el convenio Covax. El portero, que los estaba escuchando, les aclaró:
“No, Maduro prohibió que trajeran esas “Atrazedicas” porque en Europa se han muerto quienes se las han puesto. Nos está protegiendo”.
¡Qué canallada, qué bajeza, pero, sobre todo, qué maldad! Las reacciones adversas a la vacuna Astra Zeneca fueron poquísimas. Y en conciencia se detuvo la vacunación en algunos países mientras se averiguaba qué había pasado. Cuando se supo que no las muertes no tenían que ver con las vacunas, se siguieron aplicando. Pero la propaganda dijo que no y los ignorantes creen que no.
Esos mismos ignorantes serán los conejillos de India de los cubanos para la supuesta vacuna que están procesando. ¿Por qué no siguieron trayendo la vacuna rusa? Yo la rusa sí me la pongo. La cubana, ni que me amarren. Ese mito de que la medicina en Cuba es maravillosa es otra invención de la intelligenza del G2. ¿Hasta cuándo vamos a seguir en este merequetengue de que todos los negocios pasan por Cuba, que todo el diésel es para Cuba, que lo poco que queda en Venezuela es para Cuba?
La única prioridad del próximo gobierno debe ser la educación. Ya sufrimos en carne propia lo que cuesta la ignorancia.
Carolina Jaimes Branger
@cjaimesb