Los hechos de sangre que se registraron en la cárcel de Uribana, desnudaron la grave crisis que enfrenta el sistema carcelario del país.
A juicio de los voceros del sector económico, rehabilitar el sistema penitenciario exige el concurso de todos los sectores que componen la vida nacional.
En los últimos años, comerciantes, industriales y productores agrícolas han sido víctimas de las extorsiones y secuestros, acciones delictivas orquestadas muchas veces desde la misma cárcel de Uribana.
Esta situación llevó incluso a los representantes del sector a solicitar constantes reuniones con los cuerpos de seguridad, en aras de lograr más protección.
Al respecto, el expresidente de la Cámara de Comercio y vicepresidente de Fedecámaras, Alberto Gámez, expresó el dolor de los empresarios ante los sucesos que enlutaron a tantas familias durante la requisa efectuada por el Ministerio de Asuntos Penitenciarios.
“Consideramos que restituir el orden y la seguridad exigió un costo muy alto. Son 58 personas que dejaron de existir por la falta de autoridad en ese centro penitenciario. Se les salió de control”.
Explicó Gámez que la requisa de este viernes se convirtió en una masacre. “No descartamos que a raíz del desalojo haya disminución de las extorsiones y secuestros, pero debemos recordar que las bandas continúan operando desde afuera. Muchas veces pedimos seguridad, pero no lo queríamos a ese costo”.
El dirigente gremial recordó que en 2012, el ataque del hampa contra el sector económico fue feroz. “Los delincuentes nos atacaron con furia el año pasado. Hicimos muchas inversiones para que nuestros negocios tuvieran seguridad, al igual que nuestros trabajadores”.
Los continuos robos, obligaron incluso a los comerciantes a adquirir cámaras y contratar equipos internos de seguridad.
Además, los comerciantes de la 20 manifestaron en junio pasado que a las 5:00 de la tarde iniciaba el toque de queda en el centro.
“Los carros están prácticamente blindados. Los gastos por estos conceptos aumentaron considerablemente”.
El gremio económico, dijo, se encuentra en completa disposición para colaborar con programas que contribuyan a la formación de los privados de libertad.
“Pedimos a las autoridades que no vuelva a suceder lo que ocurrió en Uribana. Este es un momento de crisis, que nos llena de pena y dolor a todos”.
Finalmente, el empresario recordó la importancia de respetar el derecho a la vida, por encima de cualquier condición.
Haydeluz Cardozo
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