Con el paso de las horas, la cuarentena estricta y radicalizada que inició este lunes 22 de marzo en toda Venezuela fue plasmando su rigurosidad. En las calles de Barquisimeto, se pudo evidenciar cómo se cumplieron las medidas de restricción en cuanto al comercio y movilidad de los ciudadanos.
Los comercios que tienen el permiso para laborar son los del sector priorizado, como salud, alimentación, funcionarios públicos y farmacias. Incluso, estos mismos sectores son los que tienen permiso de trasladarse de manera interurbana.
Precisamente el tema del transporte público fue el que más afectó a los barquisimetanos durante este primer día de radicalización. Los ciudadanos que tuvieron que cumplir con horas laborales o realizar algún tipo de diligencia requerida, dependieron exclusivamente del Transbarca para poder movilizarse; y cabe destacar, que las paradas de este sistema de transporte estaban repletas de usuarios, quienes esperaban las unidades para poder retornar a sus hogares.
Por consiguiente, en horas de la tarde, se observó a muchas personas trasladándose caminando hacia sus destinos, ya que algunos querían evitar la aglomeración que existe dentro de las unidades del Transbarca, o en su defecto, preferían caminar en lugar de seguir esperando este sistema de transporte.
Nelly Nieves, barquisimetana, comentó a Elimpulso.com que duró hasta las 3:00 PM en el Hospital Central Universitario Antonio María Pineda de Barquisimeto haciéndose unos exámenes y en consulta médica por una fractura en sus dedos, pero al salir del centro asistencial, no consiguió ningún tipo de transporte para poder regresar a su hogar. Por tal razón, tuvo que caminar unas 25 cuadras para llegar a su casa a descansar.
Cabe destacar que esta larga caminata la realizó después de haber durado toda la mañana y parte de la tarde en el hospital, sin comer y con un dolor en sus dedos; por tal razón, mencionó que la falta de transporte «es un problema en la semana radical» para todos los barquisimetanos.