La posguerra europea causó estragos que permanecieron durante años, especialmente en Italia donde toda la población sufrió el impacto de la contraofensiva aliada. Leonardo Borregini sufrió en carne propia estos embates siendo muy joven y por ello se hizo de un coraje personal para resistir las adversidades con talante de luchador indoblegable.
Nació y se educó en el Calcio Itálico. Al terminar sus estudios secundarios podía optar por varias carreras debido a sus altas calificaciones y escogió Medicina Veterinaria. Se especializó en enfermedades tropicales con la idea de prestar servicios de asistencia social en países subsaharianos donde la subsistencia de algunas tribus dependía exclusivamente de sus rebaños bovinos. Fue uno de los tres primeros de su promoción y el gobierno italiano consideró que debía realizar sus pasantías en un país más tranquilo cuyas condiciones de vida garantizara su regreso y por ello es enviado a Venezuela.
Al llegar a nuestro país el Ministerio de Agricultura le asigna como sitio de trabajo a Carora, donde se estaba desarrollando uno de los polos ganaderos más importantes de Venezuela. Residenciado en esta ciudad y de la mano de otros grandes veterinarios como Alberto Ramírez Avendaño, Humberto Ramírez Daza, Pelayo Vilanoba y otros insignes académicos de altísimo nivel, le aporta un empuje importantísimo a los ensayos de mestizaje que se estaban realizando en el Distrito (así era la denominación geopolítica) Torres.
Cumplidos varios años de trabajar en el Ministerio de Agricultura y Cría este despacho decide costearle unos estudios de especialización en Italia, con la idea de retenerlo entre nosotros ya que su universidad le estaba solicitando para incorporarlo como investigador docente. Leonardo Borregini les informó tanto al MAC como a su universidad que el haría los estudios de especialización pero con recursos propios, que él se los pagaría de su bolsillo porque pensaba quedarse en Carora y trabajar allí como un caroreño mas, ya que en esta ciudad había encontrado una acogida familiar, que su clima se adaptaba a la calidez de su terruño natal y que pensaba echar raíces junto al Morere.
Dicho y hecho. Leonardo Borregini regresó a Italia, cursó estudios con excelentes notas y le dijo a su familia que se quedaría en Venezuela definitivamente y que en Carora ellos tendrían las puertas de su casa abiertas. Al poco tiempo de volver a Carora se casó con Rosa María Herrera Riera, hija de Teodoro Herrera Zubillaga y Blanca Cenobia Riera de Herrera, con quien procreó a María Giovanna Borregini Herrera.
Desde hace varios años el doctor Leonardo Borregini preside con gran número de aciertos el Centro de Inseminación Artificial Carora, el cual según muchos especialistas es uno de los mejores del país y plataforma fundamental e inseparable de Asocrica en su lucha por mejorar genéticamente a la Raza Carora, objetivo para el cual han contado con la valiosa colaboración de la UCLA, quien ha designado como representante de un convenio suscrito entre las partes a la doctora Lourdes Tibisay Vilanoba, hija del doctor Pelayo Vilanoba.
En reconocimiento a esta larga y fecunda trayectoria la Junta Directiva Nacional de Asocrica decidió honrar el nombre del doctor Leonardo Borregini poniendo su nombre a las próximas jornadas de la Raza Carora que se realizarán entre el 21 y 23 de febrero.
Dentro de las muchas e importantes ponencias se ubica la del doctor Rodrigo Agudo, quien explicará los alcances de los acuerdos, leyes y procedimientos que rigen los asuntos de intercambio lechero entre Venezuela y Mercosur, los cuales comenzaran a ejecutarse de forma plena a partir del primero de enero del próximo año.
Para estas jornadas sus organizadores invitan desde ya a todos sus socios y demás ganaderos interesados en el manejo de la Raza Carora, como también a docentes y estudiantes universitarios. Para los representantes de los Medios de Comunicación Social se nos dijo habrá un trato especial para facilitar su trabajo de divulgación. Allí estaremos. [email protected]