El presidente Barack Obama afirmó este viernes que no hay excusa para dilatar una reforma migratoria en Estados Unidos, y que será una de las prioridades de su segundo mandato, durante una reunión con legisladores hispanos en la Casa Blanca.
Obama «destacó que no hay excusa para no actuar o demorarse» durante la reunión con los miembros del llamado caucus hispano, un grupo que reúne a los legisladores de origen hispano del Congreso estadounidense, señaló un comunicado de la Casa Blanca.
El presidente garantizó que seguirá «encabezando» los esfuerzos hacia una reforma migratoria, que deberá incluir una vía hacia la ciudadanía para los inmigrantes indocumentados, indicó el texto.
Obama viajará el martes a Nevada (oeste), un estado con fuerte presencia hispana, para seguir impulsando la reforma, agregó la Casa Blanca.
Los congresistas del caucus hispano aseguraron que, en la reunión, Obama les garantizó que esta reforma será su prioridad legislativa, según un comunicado del grupo.
«Hemos dejado en claro que cualquier ley que no incluya una vía hacia la ciudadanía no tendrá nuestro apoyo», indicó el presidente del caucus, el demócrata Rubén Hinojosa.
Tras iniciar su segundo mandato esta semana, Obama había prometido que se pondría a trabajar hacia una reforma migratoria que permita formalizar la situación de los más de 11 millones de indocumentados del país, buena parte de ellos latinoamericanos.
«En las próximas semanas y meses, el caucus hispano se mantendrá comprometido con una reforma migratoria integral y dedicaremos todos nuestros esfuerzos a garantizar que el presidente Obama reciba una ley» para promulgarla, dijo Hinojosa.
Obama no cumplió con su promesa de lograr la reforma en su primer mandato, marcado por fuertes choques con la oposición republicana en el Congreso, pero ordenó diferir las deportaciones de miles de jóvenes indocumentados y enfocó las leyes migratorias contra personas con antecedentes criminales.
Luego de que en las elecciones de noviembre los hispanos votaran en cifras récord (más de 12 millones), y de que en un 71% de ellos lo hicieran por Obama, figuras republicanas han comenzado a mostrar un apoyo a la idea, aunque el tema de la ciudadanía para los indocumentados sigue siendo polémico.
Actualmente un grupo bipartidista de ocho senadores examina una propuesta de ley concreta, según fuentes coincidentes.
«Tenemos una oportunidad única de finalmente colocar al gobierno del lado de los inmigrantes trabajadores. Tenemos que trabajar juntos, el presidente, el Congreso, republicanos y demócratas, para hacer algo de inmediato», dijo el congresista Luis Gutiérrez, uno de los principales impulsores de la reforma.
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