Firme es la decisión que han tomado los educadores del país, en el sentido de no asistir a los planteles a dar clases presenciales, porque, no tienen como movilizarse, los planteles no reúnen las condiciones mínimas para trabajar y sus derechos laborales han sido cercenados por completo al punto que los ingresos salariales no les alcanza ni siquiera para subsistir un día.
Al suministrar sus declaraciones a ElImpulso.com, Frank Andrade, secretario general del Colegio de Profesores de Venezuela, dijo que las autoridades han desconocido totalmente la situación de estos profesionales de la educación y pretende obligarlos a trabajar corriendo los mayores riegos de contagio de COVID-19, con el agravante de que los centros asistenciales del país se encuentran en el peor estado de abandono, ya que los mismos ni siquiera tienen agua y jabón.
Las pésimas condiciones en que se hallan los educadores ha sido el motivo principal para que más del 60 por ciento de ellos haya dejado de trabajar en la docencia y ahora, si no se han ido del país, están incorporados a diversas actividades para subsistir penosamente.
Es por ello que los profesores están haciendo un llamado a los jóvenes que aún se encuentran en Venezuela, para que el próximo 12 de febrero, en oportunidad del Día de la Juventud, apoyen a los educadores en la protesta masiva que se hará en esa ocasión, ya que la educación venezolana se encuentra en situación crítica, muy lamentable, puesto que hasta es difícil impartir instrucción educativa por medio digital, ya que internet funciona muy mal y, por otra parte, todos los días hay fallas en el sistema eléctrico que impide el funcionamiento de computadoras.