El Relator Especial de la ONU sobre Derechos Humanos, Felipe González describió a través de su cuenta en Twitter los peligros que corren los migrantes venezolanos tras la militarización de las fronteras sudamericanas que buscan frenar la crisis migratoria más grande en la historia de la región.
Según González, la medida implementada por varios países de la región sobre la militarización, de alguna manera contradice el reconocimiento público que han hecho sobre la crisis humanitaria con el incremento exponencial de la movilidad venezolana.
El especialista en materia de DDHH señala que este accionar, “no fue acompañado de la medida lógica, que hubiera sido el reconocimiento como refugiadas de las personas venezolanas en situación de movilidad o el otorgamiento de otras formas de protección internacional para ellas”.
El cambio brusco de las políticas migratorias en la región
Aunque durante algún tiempo se mantuvo la política migratoria de acogida para venezolanos en algunos países de latinoamérica, al poco tiempo se empezaron a adoptar medidas cada vez más restrictivas para el ingreso de la diáspora.
Con esto, los organismos internacionales alertaron que se produciría un aumento significativo de los ingresos irregulares y del tráfico de personas, representando grandes peligros para la migración venezolana.
Uno de esos peligros es la militarización de las fronteras sudamericanas que busca, según los gobiernos de Perú y Ecuador, por ejemplo, contener los ingresos irregulares y el tráfico de migrantes.
En riesgo los derechos humanos con militarización de las fronteras sudamericanas
Felipe Gonzáles Morales, quien fue designado en junio de 2017 como Relator Especial de la ONU asegura que el antecedente sobre estas acciones de militarización, incluso en la región, produce graves violaciones a los Derechos Humanos
El especialista señala que el recurso a las Fuerzas Armadas en materia migratoria en vez de solucionar la situación, la aumenta.
Ecuador y Perú militariza sus fronteras
A finales de enero el gobierno peruano implementó el uso del Ejército para frenar la ola migratoria de venezolanos a través de pasos ilegales y el aumento del tráfico de personas por las mafias.
La acción dejó al descubierto el drama del éxodo venezolano y la tensión que genera en países azotados por la COVID-19 y la crisis económica.
Por su parte, las Fuerzas Armadas ecuatorianas movilizaron 200 hombres y 20 vehículos tácticos Hummer a la frontera con Perú, con el fin de intensificar la vigilancia por los pasos irregulares usados por migrantes venezolanos.