#opinion: Respuesta a José Gabriel Salaspor: Dali Armando Alvarez

Estimado cofrade, la presente es para saludarle y expresarle mis respetos y el mayor de los éxitos en su labor gerencial. Igualmente me enorgullece como fanático de Cardenales de Lara el hecho de ostentar un circuito radial de tan altísimo nivel, al cual usted pertenece.
De igual modo aprovecho la oportunidad de manifestarle mi opinión sobre sus comentarios esbozados en su columna Juego Perfecto, del día sábado 19 de enero publicada en este prestigioso diario en la página D2. De antemano le digo que posee una muy buena pluma al igual que su narración.
En el segundo párrafo que se titula “No hay cama pa´ tanta gente” usted realiza un pequeño análisis sobre el grave problema que los fanáticos de Cardenales de Lara nos encontramos cuando vamos a comprar el boleto de entrada al estadio. En ningún momento colocamos en tela de juicio los planteamientos que hace sobre este delito y el método que según hace el equipo para evitarlo. Pero con todo respeto, permítame expresarle que quienes vamos a comprar una entrada para un juego pasamos un verdadero calvario para obtenerla.
En las ventanas de las taquillas del Antonio Herrera Gutiérrez hay un vistoso papel donde señala que sólo se venden 5 entradas por personas, pero esto es totalmente falso puesto que yo he presenciado cómo a una sola persona le han vendido hasta un manojo de aproximadamente 30 o más boletos. El día 27 de diciembre luego del descanso de navidad, Las Águilas del Zulia visitaban a nuestros gloriosos Cardenales de Lara, de ganar ese partido clasificábamos a la semifinal.
Ese día me apersoné al estadio a las 7:38 am exactamente y logré acceder a la taquilla a las 3:51 pm. 9 horas y 12 minutos haciendo la enorme cola. Sólo pude encontrar entradas para las gradas. Pero la situación radica licenciado Salas, que en los alrededores de las taquillas, de la manera más descarada los revendedores ofrecían la cantidad de entradas que el comprador deseara. Con un valor de tres veces su precio real.
Todo esto ante la ciega mirada del personal de seguridad de la empresa Cardenales de Lara y de la policía estadal. Esta situación es intolerable y esperamos que se aplique correctas políticas para solventar el problema. Esto ocurre en todos los juegos, ahora no me quiero imaginar como será todo esto en la gran final.
No caeremos en una presunta injuria al repetir como loros sin fundamento alguno lo que dicen muchos: “Esa reventa viene de las oficinas, pues económicamente es un extraordinario negocio”.
Cardenales de Lara se ha caracterizado por ser una organización seria, comprometida con su labor y gerenciada por una familia muy respetada y con altos valores.
Se hace inminente una ampliación del estadio, puesto que para una ciudad como Barquisimeto y un equipo como Cardenales de Lara; el Antonio Herrera Gutiérrez se quedó pequeño.
De igual manera quiero aprovechar la oportunidad para señalarle que en el área de la gradas hace falta mayor seguridad y control, así como se hace en las centrales, laterales y en  la mal llamada y mal ubicada zona VIP.
Por otra parte estamos llenos de alegría por el pase a la gran final de Cardenales de Lara; en contra de todos los pronósticos de los seudo analistas del béisbol. Tenemos sed de una corona. Todos esperamos con ansias el quinto título para los pájaros rojos.
Me despido de usted reiterándole mis respetos como persona y gran profesional que ha demostrado ser.