Confieso con preocupación y tristeza que según los científicos de la economía y finanzas; los augurios para este año 2021 no son nada positivos, ni mucho menos estimulantes, que puedan contribuir a la reconstrucción del país; solo se oye un bombardeo de todo tipo; de que este año será peor que el indeseable que se fue que nos trajo todos los inconvenientes habidos y por haber; que todos conocemos y sabemos de dónde vienen y lo aceptamos con la mayor docilidad, como un humilde cordero como si hubiésemos cometido todos los pecados capitales, fuésemos todos eunucos, se acabó el pensamiento creativo, la resignación del que está sentenciado a la pena capital o se perdió la fe la esperanza o la ilusiones; se perdió también, salir a la calle y ver las caras alegres y contentas, parte de la idiosincrasia del venezolano esta cambiado por un rostro surcado de amargura, vejez prematura e incomodidad; como el que tiene un cólico nefrítico o va a poner una denuncia. Bueno hasta aquí las malas noticias que no es mi forma y por aquello que es mucho mejor un minuto de conversa pacífica y considerada; que horas y días de discusiones donde ambas creen tener la razón allí jamás puede haber un espacio para convivir ni mucho menos la paz y la armonía que es unas de las consecuencias que más necesitamos y añoramos por su regreso, antes que sea tarde además , mi incansable tarea es la búsqueda de lo mejor donde otros ven lo peor o deseando que las metas propias posean un propósito claro y no darle paso a lo desinteresado como matrimonio viejo , no por favor; gracias a Dios y afortunadamente el alto porcentaje de los ciudadanos de nuestra patria está muy claro en cómo salir airoso de la gran crisis y con talento enérgico sobra como parar la destrucción y volver a la normalidad con creatividad asertiva que nuestra mente y propósito por el bien de todos sea más fuerte que un tsunami en la búsqueda del bien para todos y que el trabajador, padre de familia pueda normalmente con su digno esfuerzo, honesto cubrir las necesidades de su hogar y no ande en la situación ¿Qué le doy de comer a mis niños hoy? ¡Te lo suplicamos Señor! .
Que nuestro poder mental supere la fuerza de Sansón en la búsqueda de contribuir a sacar de la miseria a tantos trabajadores, ancianos y niños hambrientos sin futuro, ni presente si lo que ven es miserias, tristeza; ¿Qué pensaran los ancianos de esta situación y los inocentes niños? Que vinieron a este mundo con la inocencia e ilusión de vivir feliz en un país en abundancia y ahora reina la carencia; que el espíritu de Sansón nos de fuerza de seguir buscando el bien.
Que nuestro espíritu del bien y la lucha nos refuerce o nos dé más fuerza que Hércules ,que la voluntad sea inquebrantable en búsqueda de ideas de cómo recuperar la grandeza de nuestra patria y su bondadosa riqueza hoy evaporada, destruida y sus hijos con carencias, que si desayuna no almuerza; pero con la fe del altísimo porcentaje que hasta con el poder de la mente encontrara la solución pacífica.
Que nuestros propósitos o inquietudes por contribuir a reencontrarnos con la patria y un mejor futuro y el regreso de los hermanos que por razones conocidas por el mundo entero tomaron la decisión de irse a un destino incierto a deambular bajo cualquier riesgo así como , mucho talento formado en Venezuela y para Venezuela regresen a combatir las anomalías que llevan al país al peor de los desastres; te lo suplicamos espíritu santo si esto es un castigo, es demasiado perdónanos.
Que este deseo de ayudar y buscar el bien colectivo para todos , sin distingo lo acompañe el espíritu de la Madre Teresa de Calcuta son su férrea voluntad de hacer el bien , por encima de todas las dificultades cuando estaba más agotada y al despertar en la mañanita y rogaba a Dios al poner sus pies en la sandalias oraba y le decía “Llévame sandalias a donde pueda hacer el bien “ rogamos porque el espíritu de la Madre Teresa nos una en el bien para todos y un país en paz sin atormentados ni atormentadores, unidos en alma vida y corazón consigamos la fuerza para normalizar estos números que ni nos dejan vivir ni crecer y se explican por sí solos.
Como lo explican los científicos de la economía y finanzas el cementerio de empresas e industrias desaparecidas; las cifras de la economía 2020: primero, la producción nacional disminuyo 30%.
Segundo, en los últimos siete años ha disminuido 80%. Tercero, la inflación en el 2018 fue de 4.684%. En el 2019 7.374% y en el 2020 estuvo cercano al 3.000%. En los últimos tres años la inflación suma más de 16.000%. Esta cifra no la exhibe ningún país en el mundo. Con estas cifras, será muy difícil hablar de recuperación de nuestra economía este año.
“Ahora más que nunca el campo es la solución, unidos todos por la paz, la convivencia, el respeto y la prosperidad de nuestro país”.
José Gerardo Mendoza Durán