El colapso de las cloacas es permanente. Desde hace varios meses, las familias de El Caribito y la urbanización Nueva Paz, en el oeste de la ciudad, respiran fetidez y ya no saben qué hacer para conseguir la atención de Hidrolara.
El vecino José López, limpia con sus propias herramientas el colector, aunque su esfuerzo no es suficiente para solucionar por entero el problema. Es necesaria la colaboración de la hidrológica a fin de impedir que desechos sigan desbordándose.
El colector afectado está entre los límites de ambas comunidades, justo al lado de la escuela de primaria recientemente rehabilitada por el Gobierno nacional. “Mis vecinos han hecho varias llamadas a Hidrolara pero no vienen a arreglar las cloacas”, dijo resignado.
Además de la fetidez, están las posibles enfermedades que deja la insalubridad y justamente es el mayor temor de los residentes, quienes evitan en lo posible dejar los alimentos descubiertos, debido a la presencia de moscas y roedores. Las alimañas aparecen también por la quebrada cercana, que necesita mantenimiento por parte del gobierno municipal. Desde hace dos meses o más no ocurre una limpieza exhaustiva.
Vialidad destruida
Por otro lado, están las vías en mal estado. Los habitantes expresan que los huecos son cada vez más grandes, afectando el recorrido de las unidades del transporte público y carros particulares. Con la vialidad destruida, las busetas o “rapiditos” sufren frecuentes desperfectos en el tren delantero. Los profesionales del volante, se quejan por los gastos elevados, en las reparaciones mecánicas ocasionadas por falta de atención vial.
Otras comunidades cercanas, como es el caso de Villas del Oeste, El Rotario, José María Vargas y Los Ángeles, están en las mismas circunstancias: el asfalto es deplorable. Incluso, aún hay calles de tierra que en días lluviosos, se vuelven intransitables de tanto fango.
Los consejos comunales de la zona, al parecer, trabajan por conseguir la rehabilitación que debería ofrecer la Empresa Municipal de Infraestructura y Conservación del Ambiente (Emica) sólo que no logran el cometido. Siguen en la lista de espera.
María Luisa Torres, vecina, declaró que a pesar de la promoción del plan Asfalto Parejo, activado por la Alcaldía de Iribarren, a mediados del 2012, estas comunidades no fueron beneficiadas. Se sienten olvidados por la autoridad local.
Explica que próximo a las elecciones de alcaldes, la atención por los sectores populares, debería ser de alta calidad, de lo contrario, “no contarán con nuestros votos”, expresó en forma tajante. El asunto de las vías dañadas, es un viejo problema que tiene años en esa zona. Agradecen la construcción de viviendas en El Caribito, pero iniciaron la obra en plena campaña presidencial y todavía no las culminan.
Fotos: Daniel Arrieta