(Resumen.- El petróleo en la Biblia y los manaderos en la antigüedad, fueron temas iniciales que continuaron con el petróleo en nuestro país hasta el siglo XIX. Los manaderos, el informe del Dr. Vargas, y el esfuerzo empresarial de “La Petrolia” tachirense, un hito nacionalista que significó la aparición del primer pozo petrolero y la primera refinería).
La Petrólia llega a su fin
La Petrólia fue un esfuerzo empresarial extraordinario. En un momento de nuestra historia en el que lo máximo que se sabía del petróleo era que olía mal, Don Manuel Antonio Pulido y sus socios crean una industria incipiente que ha podido ser madre de todo un complejo industrial mixto con participación del Estado, contribuyendo no solo con capital, sino con estímulos legales y operacionales que la hubiesen impulsado a niveles de competencia temprana con las empresas holandesas y norteamericanas, para lo que contaban con la ventaja del tiempo de trabajo realizado, antes que ir menguando como en efecto sucedió y en lugar de crecer y afianzarse, como lo pedía una visión lógica de nacionalismo solidario, se le empujó al olvido, apoyando y amparándose la indiferencia oficial en las intrigas y peleas de las diferentes sucesiones y herencias. Pleitos de familia promotores del pronto hundimiento sumado a leyes que dificultaban su desarrollo. Prosperó el abandono, la vegetación realizó su tarea y comenzó a borrar de la memoria un sueño que alimentó a los pioneros de la industria petrolera nacional, marginando al borde del desecho –casi fuera de la historia— un increíble esfuerzo empresarial y tal vez cerrando caminos menos frustrantes y de mayor provecho futuro. Una más de tantas oportunidades despreciadas que se han sucedido mostrando una y otra vez la cortedad de visión de quienes han conducido al país.
.El puntillazo final a la Petrolia fue el ingreso de los capitales norteamericanos e ingleses, que se apoderaron de grandes extensiones de tierras, apoyados en la política de concesiones puesta en ejecución por el Benemérito Juan Vicente Gómez.
La concesión otorgada a Don Manuel Pulido para operar la Compañía Nacional Minera Petrolia del Táchira en 1878, cubría un plazo de 50 años de vigencia. El mismo contrato de concesión anotaba una posible prórroga por 49 años más, que desde luego fue denegada. Vale señalar que partiendo de cero en todo sentido: Sin ninguna experiencia ni conocimiento del tema, contra el peso económico y los intereses políticos favoreciendo en forma abierta a las transnacionales, pero estudiando sobre la marcha y trabajando duro y sin desmayar en el empeño, la Petrólia llegó a tener 14 pozos productores y una refinería con capacidad para 13 barriles diarios. Su status legal culminó al vencer la concesión el 8 de abril de 1934 Sin embargo la agonizante empresa siguió vendiendo kerosén, y con el devenir de la Segunda Guerra Mundial continuó refinando gasolina de bajo octanaje hasta 1945.
Fue una desaparición decretada mucho antes de vencer la vigencia legal de la concesión. La heredera Dolores Pulido Rubio realizó numerosas gestiones ante el Ministro Gumersindo Torres para renovar la concesión original y la asignación de nuevas áreas, pero sus diligencias fueron infructuosas. El 28 de diciembre de 1938 el Ministro de Fomento, Dr. Manuel R. Egaña, por telegrama, le ratificó la extinción de la concesión, mediante Resolución del 9 de mayo del 1938.
No podía haber sido de otra manera. Su agonía se había iniciado años atrás, cuando sin interrupción comenzó a ser desplazada por los grandes descubrimientos en el Estado Zulia, la poderosa competencia de las compañías transnacionales apoyadas de forma irrestricta por el Estado, indiferente ante el esfuerzo nacionalista. Fin del sueño.
El Zumaque-1 (MG-1)
Entre las fechas significativas en la historia del petróleo venezolano está el 31 de julio 1914 con el reventón del Zumaque-1, que a despecho del Eureka, de la Petrólia, se considera el primer pozo productor en Venezuela. El Zumaque-1 (código MG-1) inició la producción miocena y la era comercial del campo «Mene Grande» con 264 bpd de 18° API, en flujo natural. A la fecha se le data con 19,2° API, un mínimo % de agua y sedimentos. El pozo, al pie del Cerro la estrella, Municipio Baralt/Zulia, a pocos kilómetros del Lago de Maracaibo, en terrenos de la antigua hacienda Zumaque, brotó a 135 mts y un siglo después, todavía produce entre 14 y 17 bpd, con picos de 21 bpd; a cargo de PDVSA . Sus cifras de producción lo convierten en el pozo prodctor activo más antiguo del país.
Su historial cuenta que a mediados de los años 60 se programó para “abandono mecánico” pero un incidente de corte eléctrico reveló que el pozo –entonces asociado a otros dos, que cesaron de producir a causa del corte– aún estaba completamente activo. El Ing, Hector Partidas, supervisor de producción de la zona, casualmente presente, suspendió el abandono y lo sustituyó por una rehabilitación que incluyó cambiar la bomba de extracción. El pozo aún trabaja y produce. Al finalizar el 2008 se realizó una sumatoria estimada de su producción total que fue calculada en 700.000 barriles de petróleo.
El Zumaque-1 fue el escenario para la nacionalización de la industria petrolera el 1° de enero de 1976, a cargo del entonces presidente de la República Carlos Andrés Pérez. El histórico pozo, los activos de Shell y del resto de las empresas transnacionales, pasaron a propiedad de la nación; en el caso de Shell, quedaron en propiedad de la nueva empresa Maraven. En el sitio se colocó una placa conmemorativa del hallazgo del yacimiento y de la nacionalización de la industria petrolera.
Toda la región explorada donde surgieron los más grandes yacimientos petroleros conocidos, comprendía un área selvática, despejada para la instalación del pozo. Trabajadores del campo sin conocimiento de la materia, trabajaron a altas temperaturas, sin agua potable ni servicios médicos, sólo con las herramientas propias del agricultor. La instalación del pozo a manos de quienes fueron humildes campesinos, simbolizó el profundo e irreversible cambio en la actividad comercial del país, que convirtió al petróleo en eje principal de la economía. El 25 de julio de 1914 el Zumaque estaba en producción e inicia utilidad comercial el 31 de julio de 1914. Luego, la misma Caribbean Petroleum Co., instala en 1917 la Refinería San Lorenzo en la población de Mene Grande con capacidad de 8000 barriles diarios, una de las más modernas de la época, la primera del país, y en su momento un paso de gigante en el desarrollo petrolero de la nación.
Mene Grande creció como campo petrolero administrado por Gulf Oil Corporation. Pasó a propiedad de Shell, época en que se hizo pionero de las luchas laborales con la creación de un sindicato en 1925 y convocando la primera huelga petrolera. El sindicato fue clausurado por el régimen gomecista. Resurgió en 1936, bajo el mandato de Eleazar López Contreras, como el Sindicato de Obreros de la Empresa Petrolera (SOEP) en Cabimas.
En 1996, en el marco de la Apertura Petrolera durante la presidencia de Rafael Caldera, el campo pasó a la española Repsol. Luego en el 2007, con la Renacionalización del petróleo decretada por el presidente Hugo Chávez, pasó a la empresa mixta Petroquiriquire, —nombre en homenaje a la tribu aborigen que habitó la zona oriental del país— conformada por Repsol y PDVSA.
Pedro J. Lozada