Dada la importancia de prevenir los incendios forestales que atentan contra el ambiente y afectan la salud de las personas, es importante que los ciudadanos estén informados sobre los pormenores de la problemática y las consecuencias que traen para la humanidad.
El incendio forestal se entiende como el fuego que se extiende sin control en terreno forestal y afecta combustible vegetal.
Una de las características de este incendio es que las llamas se expanden sin control sobre especies arbóreas, arbustivas, de matorral o herbáceas que no estaban destinadas para la quema.
Ahora bien, para que se genere un candelero en la maleza es necesario que exista el llamado triángulo de fuego.
Se trata de un modelo que describe los tres elementos indispensables para que se produzca la mayor cantidad de fuego: combustible, un comburente, es decir, un agente oxidante como el oxígeno, y energía de activación. Cuando estos factores se combinan en la proporción adecuada, el fuego se desencadena.
Otra de las causas de los incendios forestales es la sequía, la cual hace extremadamente vulnerable al fuego la maleza, en grandes masas de vegetación.
Uno de los aliados del fuego es el calor proveniente del sol.
El mismo contribuye a la deshidratación de las plantas, por la falta del agua que las mantiene verdes, y al secarse pasan a ser fácilmente inflamables, activándose así el riesgo de incendios.
Al verano también se le suman altas temperaturas y vientos fuertes, con probabilidades de que una simple chispa desencadene un incendio.
Manos que desatan incendios
Uno de los principales causantes de los incendios forestales son los humanos, quienes al margen de la ley, y de forma inconsciente, proceden intencionadamente a la quema de terrenos colindantes con parques, extensiones de maleza o superficies agrícolas.
Según expertos en materia forestal, este tipo de incendio intencionado o no autorizado representa un 70% de los casos.
Muchas veces, teniendo conocimiento del grave daño ambiental, hay personas que sin el menor cuidado queman escombros o matorrales, a sabiendas que de un pequeño fuego puede surgir un devorador incendio con consecuencias catastróficas.
Otro factor son los juegos pirotécnicos, cuyas chispas hacen contacto con el monte seco y lo queman, como resultado de la inadecuada manipulación del ser humano al encontrarse cerca de vegetación desprovista de hojas verdes.
Por otro lado, existen las quemas autorizadas en un 25% de los casos.
No obstante, muchas de estas, como las quemas agrícolas, escapan del control de quienes las propiciaron, y el fuego que estaba dirigido solo a una zona por situaciones técnicas se propaga a sitios forestales aledaños, aseguran los expertos.
Por causas naturales igualmente se producen incendios forestales, como por ejemplo la incidencia de un rayo en la maleza, pero esto ocurre en un hecho casual y por ello el incidente se calcula en un 5%, dicen los estudiosos del tema en cuestión.
Fases de un incendio
Un incendio forestal se compone de tres fases que están a la vista de todos.
Son estas iniciación, propagación y extinción.
La iniciación comprende el comienzo del incendio producido por causas naturales o mayoritariamente por la acción del hombre, mientras la propagación es la extensión del incendio por la vegetación cercana, y por último la extinción o finalización del mismo.
Barquisimeto encendida
El subteniente del Cuerpo de Bomberos de Iribarren, ingeniero en Sistemas de Calidad Ambiental, Luis Abarca, habló en torno a los incendios forestales de Barquisimeto, a los que acudieron para extinguirlos, principalmente en el norte, oeste, parque Terepaima, Ribereña y zona del ferrocarril.
Cuantificó que en 2009 se desataron en la ciudad 345 incendios forestales, 198 en 2010, es decir 147 menos al año anterior; 219 en 2011 y 269 en 2012.
Dijo que la reducción en 2010 a 198 fue motivado a una intensa campaña de concientización realizada por el Cuerpo de Bomberos en todo el Municipio mediante la cual se le recomendó a las personas eliminar la maleza de los solares y terrenos baldíos.
Expuso que en diciembre de 2012 ocurrieron 53 incendios forestales en la capital larense, una cifra muy superior a la de 2010 que fueron apenas 2, mientras en 2011 se produjeron 4.
Respecto a esos 53 incendios manifestó que debió tratarse al cambio climatológico experimentado en diciembre, cuyo calor en el día se dejó sentir en la ciudad y ese elemento contribuyó al fuego.
Fotos: Archivo
