Cuando ya se acercan el fin de año y las compras de Navidad, uno de los grandes dolores de cabeza de dueños de pymes (pequeñas y medianas empresas) es poder garantizar el funcionamiento de sus puntos de ventas, neveras y equipos, aun cuando puedan originarse fallas en el suministro eléctrico, ya que pueden registrarse pérdidas y ventas no realizadas, así como daños graves en los propios equipos de conservación que llevan a realizar más gastos.
Para enfrentar esta situación algunas grandes y medianas empresas han optado por adquirir plantas eléctricas, sin embargo abastos, supermercados y bodegas pequeñas que no cuentan con el espacio para instalar estos equipos, tienen una opción de garantizar el suministro eléctrico mediante el uso de UPS y de los bancos de baterías, según advierte el ingeniero y ejecutivo de ventas de la Corporación Solsica, Eduardo Ros.
“La necesidad de muchos negocios es garantizar el funcionamiento de los puntos de pago, de las neveras y eso se logra con un banco de baterías y con un inversor que asegure la energía continua, aun cuando hayan los llamados ‘bajones’, y además garantizar el suministro eléctrico cuando falla la red pública”. Explica el representante de Solsica que el banco de baterías es una excelente opción para negocios pequeños.
“A diferencia de las plantas eléctricas, que necesitan un espacio especial para su instalación, normalmente azoteas, las baterías no requieren gas ni kerosene, no hacen ruido y pueden permitir que el negocio se mantenga con electricidad durante 4 o más horas dependiendo de su necesidad”, explicó Ros.
La red comercial en Venezuela actualmente se ha visto afectada por las fallas eléctricas, de allí que equipos como UPS, baterías, plantas eléctricas, supresores de picos y reguladores de voltajes son equipos que pueden favorecer la operatividad de los negocios y proteger los aparatos eléctricos con los que trabajan.