Para recordar:
“Dinos, pues, qué te parece: ¿Es lícito dar tributo a César, o no?”
(Mateo 22:17)
Acá, no se escapa nadie. Todos de alguna forma ganamos algo en bolívares, pero pagamos, la mayoría de las cosas en dólares (por lo menos así se cotiza). Pensar que el sueldo mínimo está cercano a los dos dólares ¿De dónde sacamos para pagar al que vende “chécheres” en una acera? O, al médico, mecánico, plomero, gasolina, repuestos, odontólogo, alguna operadora de cable o satelital, comida y paremos de contar.
El que tiene unos bolívares demás, busca transformarlo en dólares ¿Por qué? Y el texto inicial, tiene que ver con una moneda y además revela la clase de miserables, que rodearon a Jesús de Nazaret, entre otros: Los fariseos, herondianos ys aduceos para tratar de hacerlo caer, pero nunca cayó con ellos. Hoy, las cosas no son muy diferentes, porque hay quienes quieren estar bien con Dios y con el diablo al mismo tiempo.
Esos herodianos, le alabaron primero diciéndole: “Maestro, sabemos que eres amante de la verdad, y que enseñas con verdad el camino de Dios… dinos pues, qué te parece: ¿Es lícito dar tributo a César, o no?”. Y Jesús les dijo a esos “hipócritas”: “Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Oyendo esto, se maravillaron, y dejándole, se fueron.” (Mateo 22:18-21).
Si hay que pagar tributos, hay que pagarlos. A pesar que las administraciones malversen los fondos. Pero, a Dios no lo podemos dejar de un lado por causa de ninguna administración, sea política o religiosa. Cuando venga Jesús, por Segunda vez, no será diferente. El Rey “pagará a cada quien según sus obras” (Hebreos 10:30).
Tristemente, diera la impresión que a muchos “Césares modernos”, no les importa lo que está pasando en la tierra y los de Venezuela no escapan de ello. Es decir, el gobernante paga en bolívares, pero permite que sin límite se cobre en dólares. Aún la gasolina venezolana que más se vende, pareciera que fuera la distribuida en dólares.
Claro está, con mucha razón, porque colocar gasolina económica o subsidiada en Venezuela, es tener que pasar de 3 a30 días en una cola yde esta forma ¿cuánto cuesta el litro? Corriendo peligro de robo; durmiendo y comiendo mal; necesidades fisiológicas mal realizadas. Expuestos a enfermedades, y ahora con esto del Covid-19. En fin, sale más cara, pero ¿cómo hace el que no gana en dólares, sino en bolívares?
Al salir al comercio, hasta el que cobra la mencionada gasolina “Premium”, es como si estuviéramos en Estados Unidos y no en Venezuela. Por cierto, esos billetes verdes, en una cara, tienen la foto de algún presidente o una persona importante de los Estados Unidos y todos, al reverso, tiene la inscripción: “IN GOD WE TRUST”, que traducido: “EN DIOS CONFIAMOS” Y nosotros ¿En quién confiamos?
Con ese billete extranjero, si nos lo permiten, ajusta la frase:“Al César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios”. En Venezuela, este gobierno maneja más, la moneda del país que más adversa. Y pareciera no importarles que unos a otros nos estemos desangrando; con esta economía tan dispar y sin remedio aparente: Ganar en bolívares y pagar en dólares ¡Allí está la pobreza! ¿Cómo verá Dios las cosas así?
Por ello, cuando Cristo incluyó el incidente de la moneda, también dijo: “…a Dios lo que es de Dios”.Es porque él sabía que vendrían dirigentes religiosos queriendo cambiar las enseñanzas de Dios. Como lo planteado por el Papa Francisco quien quiere que haya una nueva Biblia,distinta a la actual. Y lo peor, es que él y muchos políticos están promoviendo acciones religiosas equivocadas, entre otras, recientemente, que se permitan las uniones matrimoniales entre homosexuales ¡Algo sin ningún sustento bíblico o planteado por Dios, desde la Creación!
Al parecer, nos va a tocar hacer como dice el reverso del “billete verde” “In God We Trust”. “En Dios confiamos”. Él es el único en quien podemos confiar. Él es el principal interesado en presentarnos el camino de la Salvación, tal cual lo hizo Jesús (Juan 14:1-3). Por ello, Cristo tuvo que anunciar que si tenemos alguna cuenta con el “Cesar” debemos cumplir; pero que el “César”; que ningún “Cesar” de este planeta, nos quite la Patria celestial de nuestra vista, por lo material o por la ceguera espiritual.
Eduardo Iván González González
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