Una visita a la parte baja de la población de Santa Rosa permitió observar que, a pesar de algunos esfuerzos por parte de los gobiernos estadal y municipal, todavía falta mucho para mejorar las condiciones de las comunidades que allí hacen vida. Este problema resalta aún más en un época del año en la se le hace mantenimiento a varias infraestructuras ante la solemne visita anual de la Divina Pastora.
Betsy de Arenas, vocera del comité de salud del consejo comunal Río Central, el cual se ocupa de los sectores Cardonal, Naranjillo y Pueblo Arriba en Santa Rosa, comentó que en la calle Antonio Ramírez, a sólo media cuadra de su vivienda y negocio en el Pasaje El Calvario, no se dispone de asfaltado desde que una empresa contratista había abierto la vía para colocar una tubería de aguas blancas para un acueducto de Hidrolara. «Los mismos miembros de la comunidad tuvimos que tapar el zanjón que dejaron para evitar que cayeran ahí los carros», aseguró.
Sin embargo, indicó que no todo era negativo, pues desde el inicio de la construccción de un Mercal en la esquina de esta vía con la calle La Pastora, varios habitantes de la comunidad estaban trabajando allí como obreros y también se había rescatado a varios jóvenes de las calles de Santa Rosa para darles empleo. “Desafortunadamente la obra se ha atrasado un poco por la escasez de cabilla, porque todos los demás materiales sí se han conseguido y para ello se ha contado con recursos de la Alcaldía de Iribarren”, agregó la vocera.
También dio a conocer que al lado del estadio Rubén Tovar, el cual fue construido durante la administración de Henri Falcón como alcalde, se han levantado cuatro viviendas por una iniciativa de Funrevi para otorgar recursos y planes de construcción a personas que habían invadido terrenos aledaños al espacio deportivo.
Aunque un acercamiento al sitio permitió constatar que esto es verdad, también se notó que tanto el estadio, como la cancha de fútbol cercana podrían ser mejorados con algún programa de renovación de instalaciones deportivas por parte de alguna instancia pública o gubernamental.
Asimismo, en un recorrido hacia la calle La Manga, por las escalinatas de Cardonal Abajo, se conversó con otra residente del sector, Yajaira Torrealba, quien dijo que aparte de algunos bombillos en los postes de luz que ha cambiado Corpoelec, ningún otro ente le ha hecho mejoras a la zona. “Las aceras son un desastre”, acotó la dama, quien recordó que la sede del consejo comunal lucía abandonada, porque antes de que la tomara esta instancia en mutuo acuerdo con el dueño del inmueble, éste había sido invadido y desbalijado por jóvenes que allí se drogaban con pega.
Esta versión fue apoyada por Angélica Ramos, quien en ese momento se encontraba en casa de su madre, cerca de la calle La Manga, quien sufre por un bote de aguas blancas que desciende desde un hueco de dos metros de largo por medio de ancho en el concreto de las escalinatas, afectando la estructura de varias viviendas.
Por otra parte, Rafael Sarmiento, quien vive frente a la placita del Pasaje El Calvario, a la cual le hace mantenimiento, hizo un llamado a las autoridades para que mejoren la iluminación de este espacio, y contribuyan a sembrar grama, ya que luce abandonada, especialmente en comparación con la parte alta de Santa Rosa, donde, indicó, los entes municipales y estadales sí se abocan a aportar recursos.
Único éxito comunal
Algunos habitantes de la comunidad de Cardonal, como Angélica Ramos, señalan que la labor del consejo comunal local ha beneficiado principalmente a sus propios miembros y que lo único que realmente han logrado es el inicio de la construcción del Mercal comunitario de Santa Rosa, para el cual la Alcaldía de Iribarren habría estimado un presupuesto de más de 253 millones de bolívares, y en donde varios miembros de la comunidad han conseguido empleo, aunque esto no se pudo constatar.
Falta más iluminación
El caso de la pequeña plaza ubicada en la instersección del Pasaje El Calvario con calle La Pastora, representa una preocupación para varios habitantes del sector, quienes están de acuerdo en que el lugar es muy inseguro en horas de la noche debido a la falta de iluminación, y aunque afirman que Corpoelec ha venido a cortar las ramas de los árboles para despejar el único poste de luz de la plaza, la verdadera solución consistiría en instalar nuevos postes y luminarias en este lugar de reunión y esparcimiento para los residentes.
Fotos: Simón Orellana