Como es normal los documentos de la iglesia la iglesia venezolana cuando se refieren a la situación política-social, siempre han sido controversiales, algunos les gustan más, a otros les gusta menos, pero la constante ha sido que a quienes menos les gusta, es al gobierno de turno.
En el caso de la última exhortación de la CEV, los del G4 y la oposición radical, salieron a difundirlo esta vez, porque alguien les dijo que les podía favorecer, pero solo se limitaron a buscar aquello que pudieran utilizar en su favor, sin observar el fondo del contenido general de dicho documento, que contiene un gran regaño a el liderazgo político venezolano. Como bien dice la exhortación, dicho documento contiene algunas reflexiones sobre la dramática situación social, económica, moral y política que vive nuestro país, y lo hacen en comunión con aquellos que buscan la luz de la verdad.
No se refleja en el centro de la exhortación el votar o no votar, ya que no está allí, el quid del asunto, es mas en el punto numero 8 al respecto dice expresamente: “Como recientemente señaló el comunicado de la Presidencia de la CEV, no basta la simple abstención para poner en evidencia la ilegitimidad del proceso y alcanzar el cambio político tan deseado. Por tal motivo, las diversas organizaciones civiles, las universidades, los gremios, las academias, los empresarios y los trabajadores, las comunidades de los pueblos originarios y los jóvenes deben hacer esfuerzos en conjunto para restablecer los derechos democráticos de la nación. Para ello es necesario acompañar la protesta pacífica, cívica y social que hoy se extiende en todo el país, establecer una ruta clara para la transformación política, democrática y civil, y superar personalismos que dañan la misión colectiva de lograr una Venezuela donde vuelva a imperar la justicia y la paz”. Es aquí donde esta dejando el mensaje, el llamado a constituir una fuerza social, donde por demás no invita a ser liderizada por los partidos políticos ni por el actual liderazgo opositor.
Es claro cuando les reitera a los abstencionistas lo expuesto en la exhortación anterior, al señalar que la ilegitimidad del proceso que tanto se argumenta no basta ser demostrado con la abstención, que además no alcanzara con ello el cambio político que la gente desea.
La exhortación apostólica es contundente contra el régimen, además de señalarles su incapacidad para darle solución “a los grandes problemas nacionales y sus actuaciones tienden a agravarlos. A todas luces, aparece que su único objetivo es permanecer a toda costa en el poder, sin importar cuanto sufrimiento traiga eso al pueblo venezolano”. La exhortación es bien clara frente a la opresión del régimen, los puntos 4, 5 y 6, denuncian la realidad que se vive aguas adentro en Venezuela.
El punto 7 recalca lo que ha venido diciendo sobre la actitud inmoral del régimen de mantener el proceso electoral a trocha y mocha, a pesar de todas las dificultades en que nos encontramos, por ello en otras ocasiones ha señalado la conveniencia de posponerlas. No desconoce su legalidad de convocarlas sino las condiciones y lo impropio de llevarlas a cabo en la fecha prevista, porque además “lejos de contribuir a la solución democrática de la situación política que hoy vivimos, tiende a agravarla”, exige transparencia y propone elecciones generales cuando señala: “La voluntad mayoritaria del pueblo venezolano es dilucidar su futuro político a través de la vía electoral. Esto implica una convocatoria a unas auténticas elecciones parlamentarias y elecciones presidenciales con condiciones de libertad e igualdad para todos los participantes, y con acompañamiento y seguimiento de organismos internacionales plurales”.
Dejo para el final el claro regaño a la generalidad de los actores políticos actuales expresamente señalado en el punto 3: “Tanto el oficialismo como la oposición no presentan un proyecto de país que logre reunir y convencer la voluntad mayoritaria del pueblo venezolano de vivir en justicia, libertad y paz. Venezuela reclama a gritos un cambio de actitud en toda la dirigencia política.” En el mismo punto 3 le señala al oficialismo “El Ejecutivo Nacional ha demostrado su incapacidad para dar respuesta a los grandes problemas nacionales y sus actuaciones tienden a agravarlos” y a la oposición les señala: “Por su parte, los sectores de oposición se muestran divididos y sin presentar una alternativa verdadera de cambio.”, y a ambos factores políticos les recuerda: “La prioridad es la gente, el bien común, y no los intereses personales o de grupos, sean estos de una u otra ideología política”.
UnidosparaelprogresoVE
Miguel Antonio Parra Giménez