La oposición venezolana acusó al Ejecutivo de gobernar desde Cuba bajo la influencia de los hermanos Castro, mientras el oficialismo defiende que los habituales viajes de la cúpula chavista a La Habana son para informar y recibir instrucciones del convaleciente presidente Hugo Chávez.
«El gobierno venezolano se muda a La Habana para tomar decisiones, y no con el presidente porque evidentemente él no está en facultades de participar en esas reuniones, sino con los hermanos (Fidel y Raúl) Castro», criticó el lunes el opositor Leopoldo López, del partido Voluntad Popular, miembro de la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
«Para nosotros esto es una injerencia y un irrespeto a la soberanía nacional», añadió López en entrevista con un medio local.
El vicepresidente Nicolás Maduro y altos mandos del oficialismo, entre ellos el presidente del Parlamento Diosdado Cabello, regresaron en la noche del lunes de Cuba luego de cumplir una nueva visita a Chávez -hospitalizado tras una operación contra el cáncer el 11 de diciembre-, durante la cual también se reunieron con el líder cubano Fidel Castro y su hermano, el presidente Raúl Castro.
Se evidencia que «se ha trasladado a los altos mandos del poder cubano los espacios donde se toman decisiones en cuanto a la vida política y cotidiana de los venezolanos», denunció asimismo la dirigencia del partido Primero Justicia, del líder opositor Henrique Capriles.
Desde que Chávez cumplió sus primeras estadías en Cuba para ser tratado del cáncer -detectado en junio de 2011-, la oposición ha criticado al mandatario por «gobernar» desde ese país y rechazar la estrecha alianza entre La Habana y Caracas, iniciada entre Fidel y Chávez desde la ascensión del venezolano al poder, en 1999.
Capriles, que perdió las elecciones presidenciales ante Chávez el 7 de octubre, calificó el año pasado como una «burla a la nación» que el mandatario gobernara desde Cuba a través de su cuenta en Twitter (@chavezcandanga), medio que utilizó durante largas temporadas para mantenerse en contacto con el país e incluso anunciar decisiones de gobierno.
Pero el oficialismo niega de plano las críticas.
«Hay quienes dicen que nosotros somos una colonia de Cuba. Realmente es una ofensa contra Cuba y contra Venezuela», declaró este martes Maduro, defendiendo que ambos países han luchado siempre por su independencia.
El jefe de campaña del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Jorge Rodríguez, defendió el lunes que «el alto mando político» venezolano reciba en Cuba «instrucciones de su comandante en jefe», quien se halla «consciente» y puede hablar, y le informen a su vez sobre la «realidad que está viviendo» el país.
Rodríguez fustigó además a la oposición por lanzar «consignas anticubanas»: «¿Qué nos ha dado Cuba a los venezolanos? Hermandad, cercanía, acompañamiento. Ahora cuidan celosamente y solícitamente la salud de nuestro comandante presidente», expresó.
El analista político Farith Fraija estimó que «si el gobierno toma decisiones fuera del país, no deslegitima a quienes están tomando las decisiones» y tampoco «significa que se esté trasladando los poderes» del Estado a otra nación.
Mientras, el politólogo Ángel Álvarez recordó que según la Constitución venezolana la sede de los poderes públicos se encuentra en Caracas y consideró que «Chávez ha violado sistemáticamente esto desde que firmó decretos en Cuba».
La Habana y Caracas mantienen una alianza que desde 2000 permite a los cubanos recibir unos 130.000 barriles diarios de petróleo a condiciones preferenciales. En contrapartida, el gobierno cubano ha proporcionado decenas de miles de profesionales para los exitosos programas sociales del gobierno venezolano y Chávez se ha beneficiado de los consejos de Fidel, a quien considera su «padre político».
La oposición venezolana siempre ha criticado lo que ha considerado una injerencia de los cubanos en los asuntos venezolanos, así como su presencia en las Fuerzas Armadas, denunciada por el general Antonio Rivero al pasar a retiro en 2010.
También ha arremetido contra Chávez por tratarse casi exclusivamente en La Habana, al considerar que en Venezuela existen igualmente especialistas oncólogos.
Alvarez explicó que el gobernante acude a La Habana porque «es el único lugar que le garantiza absoluto secreto respecto al estado real de su enfermedad. En ningún otro país se habría logrado ese nivel de secreto».
Chávez, de 58 años, continúa sufriendo una insuficiencia respiratoria tras ser sometido a la delicada cirugía, pero su evolución es «favorable», según el último parte médico divulgado el domingo por el gobierno, que nunca ha revelado el tipo de cáncer que padece.
El Tribunal Supremo de Justicia avaló la semana pasada que el gobierno continúe en funciones después del 10 de enero, cuando Chávez no pudo tomar posesión de su tercer mandato como estaba previsto. El fallo también autoriza al presidente, reelecto en octubre, a reasumir cuando esté en condiciones.
Foto archivo