Al contrario de lo que ha declarado Carmen Meléndez en torno a la distribución de gasolina en Lara, las largas colas siguen presentándose en la entidad, evidenciando una normalidad que ahora se ha vuelto común en medio de colas y desgaste emocional.
Tras la llegada del segundo cargamento de gasolina iraní a Venezuela, las colas que ya se volvieron costumbre en las estaciones de servicio, se llenaron con un poco más de esperanza y promesa de llenar el tanque de gasolina. Elimpulso.com vivió con los usuarios la peripecia de hacer cola en una de las estaciones de servicio premium de Cabudare, municipio Palavecino, a pocos días de haberse iniciado la distribución del combustible en Lara.
Para algunos, la odisea inició de madrugada y para otros empezó la tarde del día anterior. Poco después de las 8:00 a.m. comenzó a avanzar la cola que se extendía por más de 2 kilómetros, distancia que resulta corta para la extensión que ésta venían alcanzando durante los dos últimos meses.
La crisis de combustible ha trastocado la vida de los venezolanos a un punto de irrumpir en la rutina y necesidades básicas de cada hogar. Es el caso de la señora Julia Crespo, cuyo esposo es paciente oncológico. Crespo explicó que necesita siempre tener gasolina en su camioneta no solo por alguna emergencia, sino también por los constantes exámenes y tratamientos que debe hacerse.
“Mis salidas son para laboratorios, quimioterapia y para comprar la comida. Esta situación también pone nerviosos a los pacientes. Esto nos ha cambiado la vida”, expresó.
Avanzado el mediodía, llegó el número que dió la garantía de surtir ese día, pero por razones desconocidas, en la estación La Morenita solo surtieron a 250 vehículos, pero en la cola había más. Por ello, una buena cantidad quedó para el día siguiente, aún cuando llegaron antes del amanecer a la cola.
Para el señor Rafael Hernández, los venezolanos están mal viviendo, pues no solo es la situación por la COVID-19 sino también la aguda escasez de gasolina que ha impedido, entre otras cosas, trabajar y producir el dinero para el hogar.
Después de 11 horas y media de cola, fue posible surtir 36 litros de gasolina a precio internacional (0.50 $). Para las 4:00 p.m. la estación de servicio estaba cerrada, con gasolina en su almacén y con una larga cola de usuarios en sus vehículos esperando para surtir al día siguiente.
