Resulta difícil pensar que en el Hospital Central Universitario Antonio María Pineda de Barquisimeto se esté cumpliendo con la sanidad correspondiente para evitar la propagación de la COVID-19, cuando a simple vista se observa la contaminación que existe en las instalaciones del mencionado centro médico.
Si las autoridades no son capaces de corregir un brote de aguas negras ¿Cómo lograrán tener medidas de higiene que sirvan contra el coronavirus?
En las inmediaciones del estacionamiento que está ubicado en la zona de visitas, hay un brote de aguas negras que impregna de malos olores toda el área.
Justo allí, los familiares de los pacientes suelen esperar por horas para atender a sus seres queridos, y deben hacerlo, aguantando estos malos olores.
Y no es simplemente los olores nauseabundos, sino, la contaminación que existe en dicha zona por obvias razones. Moscas e insectos se observan por todas partes, lamentablemente, cohabitando con las personas que allí tienen que esperar, sentados en la acera, a escasos metros del brote de aguas negras.
Esta irregularidad es una muestra de qué tan desatendido esta el HCUAMP, y más aún, en tiempos de la pandemia de la COVID-19.