“Un emprendedor es una persona que tiene la capacidad de descubrir e identificar algún tipo de oportunidad de negocios. Así, en base a ello, organiza una serie de recursos con el fin de darle inicio a un proyecto empresarial ”
Javier Sánchez Galán
Un emprendedor debería conocer a profundidad su don y su talento, aquello que le permitirá lograr un valor con lo que hará. Debe eliminar aquellas distracciones que no le permitirán alcanzar sus objetivos. Su compromiso con lo que está emprendiendo debe ser a un 100 por ciento. Igualmente, debe visualizar lo que quiere y cambiar su forma de pensar y sentir. Entender que la realidad es negociable. Debe leer un libro de emprendimiento por semana y estudiar mucho permanentemente.
La formación personal y la de sus colaboradores de manera constante y profunda, además de la ética y la honestidad, son fundamentales.
La calidad debe ser en todo momento su norte. Debe estar pendiente las 24 horas del día de sus clientes, para atenderlos rápidamente y con eficacia, por lo tanto debe prestar un servicio permanente, esto los clientes lo aprecian mucho y en algunos sectores aún más, incluso teniendo un buen comportamiento con ellos. Todo esto hace que los clientes se hagan más fieles y tengan confianza en la empresa.
Apostar por la diversificación y por la formación constante de sus colaboradores. Debe tener un mix entre colaboradores con experiencia y savia nueva. El crecimiento de su negocio es fundamental. Lo importante es no alejarse de su área inicial de negocios, creciendo tanto verticalmente, siendo más grande, como horizontalmente, en nuevas áreas vinculadas de alguna manera entre sí. En definitiva se deben desarrollar áreas de negocio independientes y también dependientes.
Ser pequeños inicialmente pero poco a poco diversificándose.
Permanentemente, cada 5 años hacer una mini revolución para adaptarla a los nuevos tiempos con nuevos controles de trabajo en todas las áreas y provocar en el personal que se despierten todos para que den saltos cualitativos importantes con el fin de producir ganancias.
El crecimiento se ve, ya que las empresas que han implementado sistemas profundos de calidad lo logran.
Si se puede desarrollar una empresa donde esté involucrada de una manera u otra la familia, seguramente tendrán una productividad y un rédito superior que las que no lo son. Así toda la familia se vuelca al trabajo más y con más ilusión. Claro está, estableciendo y firmado por todos, fundadores y toda la familia de un protocolo familiar donde las reglas estén claras en la participación de la familia en el negocio.
En cuanto a las características de los colaboradores, se deben seleccionar bien, estos deben tener competencias particulares y técnicas, pero además que estén comprometidos, que tengan ganas de trabajar, ambición, cultura del esfuerzo y muchas ganas de superación, no sintiendo envidia entre ellos.
Un emprendedor debe intentar antes de iniciar su propia empresa, tener una experiencia en otra de por lo menos 3 o 4 años y de poder buscar una empresa grande por 2 o 3 años. Esto le dará mayor capacidad para llevar adelante la suya, sin por supuesto descuidar el estudio permanente. Acordémonos que en los próximos 2 años se lograrán cosas que tardaron 50 años en hacerse.
Hay que tener mucha ilusión y desarrollar mucho trabajo.
Definitivamente, montar una empresa pequeña es igual a tener una silla con tres patas, que son, el dinero para llevarla adelante, un mercado donde poder vender los productos y una buena estructura en todas las áreas de la misma, sean los procedimientos administrativos, de fabricación y de costos, etc.
Italo Olivo
www.iolivo.com
