«Los encuentros anuales de la Sociedad Interamericana de Prensa la han permitido revelar una verdad al mundo: Venezuela no es sólo un Presidente que habla mucho, es un país en el cual sus poderes públicos respetan poco», expresó Carlos Eduardo Carmona, presidente de la CA EL IMPULSO, quien representará a esta casa editorial durante la reunión de Medio Año de la SIP.
La actividad prevista en el Palacio de Congresos de Cádiz, del 20 al 23 de abril, en conmemoración del bicentenario de la primera Constitución de España (conocida como «La Pepa), promulgada en la histórica ciudad, permitirá revisar el estado de las libertades en el continente americano, además de debatir los informes de las delegaciones.
El presidente de la CA EL IMPULSO, al referirse a los alcances del Informe Venezuela, consideró revelante detenerse en cifras como las expuestas en días recientes por el Instituto de Prensa y Sociedad (IPYS), el cual reflejaba 200 casos de violaciones a la libertad de expresión entre mayo de 2010 y diciembre de 2011. De esta cifra, el 70% correspondía a agresiones físicas sufridas por reporteros y sus equipos técnicos, lo cual, observa, representa una coacción e impone la autocensura.
Globovisión,
caso emblemático
Destacó Carlos Eduardo Carmona que hay dos casos emblemáticos cuando se trata el tema de las libertades en Venezuela: el cierre de RCTV y los ataques persistentes contra Globovisión.
Al respecto, calificó de repudiable pretender sancionar a un medio con una cifra que excede su capacidad financiera, por el simple hecho de querer informar a la colectividad.
-¿Cuál es el balance después de una década de ataques contra los medios?
-El balance es negativo. Existe una campaña sistemática de parte del Gobierno, en el sentido de pretender descalificar el trabajo objetivo y honorable de quienes están al frente de los medios.
«Si hemos hablado de los casos de RCTV y Globovisión, tampoco podemos dejar de lado los cierres masivos de emisoras radiales, mientras el oficialismo estructura un verdadero monopolio de medios con la única misión de condenar la verdad a una visión sesgada y parcelada».
Vuelve
la inquisición
«Los medios de comunicación observamos con asombro cómo se reviven juicios cerrados con un interés deliberado de coaccionar al medio, convirtiendo para estos fines a Conatel en un tribunal inquisidor», sostuvo el presidente de este rotativo.
Incluso, señaló, se pretende juzgar a un medio impreso por la publicación de cierto tipo de publicidad pero, un programa como La Hojilla, plataforma del descrédito y la vulgaridad, al punto de recordarle lo más sagrado a un ser humano como es su madre (lo cual ocurrió con Miguel Henrique Otero, director de El Nacional), no ocasiona mayor preocupación moral en el alto Gobierno.
Ventana internacional
-Las reuniones de la SIP le han permitido conocer al mundo la realidad del caso Venezuela…
-Sabemos que en este tipo de foros la velocidad no es la característica, por el contrario se hacen análisis serios y bien sustentados para elevarlos a organizaciones mundiales a objeto de calificar al país en su mejora o en su deterioro con respecto a sus libertades.
En el caso del país, una realidad queda en evidencia: Venezuela no es sólo un Presidente que habla mucho, es un país en el cual sus poderes públicos respetan poco.
-Sin embargo, como editores, seguimos en la lucha porque nuestro público (sean lectores, televidentes o radioescuchas), así lo exigen.
Cualquiera, reflexiona, con las trabas impuestas desde el poder, habría optado por otro camino, pero los medios respetuosos del sistema democrático seguimos apostando al futuro.