Pese al plan operativo puesto en práctica por la Dirección de Seguridad y Orden Público en el segundo trimestre del año 2011 para evitar que los llamados charleros abordaran unidades de transporte público en la ciudad y en zonas foráneas, un año después de conocerse esta decisión aún se observan estas personas en la calle realizando la misma actividad, inclusive, en mayor proporción.
En esa oportunidad se giraron instrucciones al Cuerpo de Policía de Lara para que activara dispositivos en el centro de Barquisimeto que evitara la presencia de charleros ofreciendo sus mercancías, sobre todo en la carrera 19, carrera 18, carrera 22, avenida Vargas, avenida Rómulo Gallegos (La 42) y avenida Pedro León Torres, zona este de la ciudad y otros sectores.
Ante esta situación, usuarios de busetas manifiestan su temor porque cada vez más suben a estos vehículos individuos haciéndose pasar como vendedores de chucherías, pero a la hora de dirigirse a los pasajeros luego de amenazarlos que son ex reclusos de Uribana exponen que solo quieren una colaboración.
Marcolina de Rodríguez dijo que como usuaria del transporte púbico ha sido testigo de este tipo de actitud, sin poder hacer nada para impedirlo, y si el chofer le niega que suba a la unidad pondría su vida en peligro.
Álvaro Hernández sostuvo que la mayoría de estos jóvenes poseen mala conducta porque crecieron en hogares con violencia familiar, en los cuales impera la droga y el alcohol.
Opinó que estos muchachos no tienen la culpa de haber sido tirados a la calle o abandonados por sus padres, y por ello buscan la forma de subsistir convirtiéndose en charleros.
Instó a la Policía de Lara para que saque de circulación a los charleros que siembran terror en la ciudadanía, y dejar a quienes realmente trabajan honradamente, posterior a un registro y revisión de sus conductas
Por falta de empleo
Maicol González (28), dijo que desde los ocho años como charlero sube a las unidades “para ganarme la vida, porque no encuentro trabajo estable, ni el dinero producto de unas vacaciones. Mucho menos cesta ticket y utilidades”.
Dijo que el pan de cada día lo lleva a su humilde hogar, en el nombre de Dios, por ser cristiano, para mantener a sus 4 hijos en edad escolar y uno por nacer.
Señaló que los compañeros fuera de una ejemplar conducta afectan el trabajo de quienes como él y muchos otros sí tratan con respeto a las personas dentro de las busetas. “Dios hará justicia con ellos”, expresó.
Acotó que buscan ganarle a sus productos el 40% ó 50%, en dinero representa 200 bolívares diarios.
Expuso no estar contra los operativos policiales,“es bueno que nos chequeen”.
A propósito, adelantó que se organizan para que los carneticen y a sí evitar delincuentes dentro de su organización.
María Sequera también se incorporó como charlera desde hace dos años para mantener a su hijo que lleva dos meses en su vientre.