¿Cómo cuidarse de un posible contagio de COVID-19 cuando se está tan expuesto diariamente?, esta pregunta se la hacen cientos de barquisimetanos al momento de esperar por más de 4 horas las unidades de Transbarca, en medio de la aglomeración y el desespero.
El transporte hacia la zona norte de Barquisimeto es una de las más desfavorecidas actualmente en la ciudad. Los usuarios tienen como única opción el sistema del Transbarca, pero aseguran que es un servicio totalmente tardío y deficiente.
Greis Suárez, quien está en sillas de ruedas por presentar una discapacidad motora, contó a Elimpulso.com que todos los días debe trasladarse hacia el centro de la ciudad para hacerse sus terapias, pero, esta acción significa una travesía y un suplicio.
Como ella, están muchos más barquisimetanos. Esperan bajo el inclemente sol, unos sentados en la acera, otros se mantienen de pie, pero a todos se les nota el cansancio, la frustración y la indignación.
Así lo manifestó Hernán Regalado, dijo que aunque no le gusta quejarse mucho, es un verdadero dolor e injusticia lo que deben pasar día tras día para poder montarse en una unidad de Transbarca, y por ende, movilizarse hacia sus respectivos trabajos u hogares.
Es que la necesidad se convirtió en el principal impulso de estas personas para que salgan, se expongan y padezcan toda esta situación.
María Medina lo precisó: «Si no nos mata el coronavirus, nos mata el hambre«. Además, recalcó que tanto en semanas de flexibilización como en semanas de radicalización, las unidades de Transbarca siguen igual de aglomeradas, es decir, que el peligro de contagio por la COVID-19 siempre está latente.