Con motivo de la visita 157 de nuestra Santa Madre a la ciudad de Barquisimeto, son muchos los que nos preparamos para tan ansiada fecha, y en que ese día es tan especial, los larenses en pleno nos unimos como uno solo. Nuestro pueblo grande se viste con sus mejores galas para esperar la imagen que representa a la Madre de Dios, y es qué ¿hay algo más grande que una madre? Y si es la madre de Jesús muchísimo más.
Desde aquella primera visita de la imagen de nuestra virgen, son muchas las generaciones que la han caminado, quienes la hemos acompañado hasta nuestra hermosa Catedral Metropolitana. Desde los lugares más lejanos se acercan para acompañarnos en este hermoso acto de devoción mariana. A nuestra Divina Pastora se le rinde devoción en todo el continente americano y más allá.
Los larenses sentimos una especie de emoción con orgullo cuando se nos habla de nuestra Divina Pastora. Es parte del gentilicio nuestro, junto con nuestro Cardenales. Este año coincidieron, habrá ese día, luego de la procesión, el ya tradicional juego de la Divina Pastora, que solo se da, cuando el equipo pasa al Round Robin o semifinal, que se realiza en el mes de Enero. El Cardenales ya no es como las hallacas, casi siempre pasa de Enero.
A la virgen se le atribuyen infinidad de milagros a lo largo de todo el mundo, y es que como buena madre, le concede los regalos a sus hijos, salud, amor, prosperidad, éxitos se cuentan entre las circunstancias para las cuales la virgen ha intercedido ante Dios por nosotros. Muchos agradecen con placas y regalos que están a buen resguardo en el museo de la virgen en Santa Rosa. Millones de personas acompañamos a la imagen sagrada desde ese hermoso pueblito.
No pueden faltar las serenatas, entre las que destaca las de la orquesta Mavare, hoy orgulloso patrimonio de nuestra UCLA, quienes le dedican sus piezas a su llegada a las iglesia Claret, lugar especial por el sacrificio del querido y recordado Padre Macario Yépez, quien ofreció su vida a cambio de la epidemia de cólera que azotaba a nuestro pueblo. La virgen le concedió el favor al pueblo, por su milagro la epidemia cesó.
Pedimos a la Santa Madre por nuestro país, porque cesen las peleas entre venezolanos, para que se acabe la epidemia de inseguridad que nos azota. Pedimos por los larenses, por nuestros hijos, por nuestras familias, y como quien no quiere, le pedimos por el Cardenales, que ganemos el campeonato. Dios te salve Reina y Madre, Divina Pastora, bienvenida a tu casa.