En la tradición venezolana, cuando una persona está por cumplir años, intenta mejorar su imagen para el momento de su celebración. Aunque Barquisimeto no es una persona, sí son seres humanos los que la habitan y quienes están encargados de su mantenimiento.
Por lo inicialmente expuesto, podríamos pensar que la tradición de «mejorar la imagen para el momento de la celebración» es trasladada a la ciudad, pero no es así.
Cuando la ciudad de Barquisimeto está próxima a cumplir sus 468 años, hay diferentes zonas de la ciudad que muestran su peor imagen, por lo que no trasmiten esa sensación de celebrar por su bienestar.
Muestra de ello es la plaza General en Jefe Carlos Soublette, ubicada entre la calle Los Apamates y la Avenida Urdaneta, específicamente frente al Colegio “Aplicación”, la cual está totalmente abandonada y deteriorada.
En lugar de ser un espacio que genere las ganas de pasar tiempo entre sus árboles y disfrutando de la brisa en la comodidad de sus bancos, solo genera miedo, angustia y rechazo.
Sucio, basura, desperdicios, y por ende, malos olores; con esto se encontrará cualquier barquisimetano que camine por esta plaza. Además, la altura de la maleza en algunas zonas alcanza hasta el metro de alto, sinónimo del abandono de las autoridades con este espacio público.
Por otra parte, no se puede olvidar que todos los faros están dañados y no existe ninguna iluminación artificial. Por esto, tan solo el sol, las estrellas y la luna, son capaces de generar luz en este lugar.
