Fomentar la extracción incontrolada de madera para leña, atenta contra la naturaleza, la supervivencia de las especies y la calidad de vida de los margariteños, advierte la la organización ambientalista Provita, ante la crisis que vive Nueva Esparta por la precariedad en el suministro de servicios básicos como combustible, electricidad, agua y gas.
José Manuel Briceño, subdirector de Provita en Nueva Esparta, advirtió que el uso de madera para leña, aunque es una práctica ancestral, se ha incrementado de forma pronunciada e incontrolada en el último año debido a la carencia de gas doméstico.
“Hay personas que buscan madera de árboles muertos para aprovecharlos como leña y a eso no nos oponemos porque, ante la necesidad, la sobrevivencia impera. Pero de allí a fomentar el uso indiscriminado de nuestros bosques como leña, sólo para justificar lo irregular del servicio de gas, sin siquiera contar con un plan de recuperación o de aprovechamiento sostenible, nos parece inconcebible”, precisó el biólogo.
Briceño recordó que la organización ambientalista Provita, desde hace 31 años ejecuta en Nueva Esparta el Programa de Conservación de la Cotorra Margariteña, el cual ha traído importantes logros en la recuperación del ave regional en estado silvestre, así como para su hábitat en general.
Uno de los componentes que el programa adelanta es la restauración ecológica del bosque seco de la Península de Macanao. En ese sentido, están trabajando en un plan de restauración a largo plazo, e invitan a las autoridades, comunidades, universidades y al sector privado, a su consulta e implementación.
Advierte que los bosques insulares son ecosistemas frágiles y fundamentales para la calidad de vida y las oportunidades de desarrollo sostenible en la isla de Margarita. Sin embargo, estos ecosistemas se ven bajo creciente presión por la extracción insostenible de madera para su uso como leña. Por ello, Provita invita a trabajar juntos por planes de restauración y por garantizar un uso sostenible.
“Sabemos lo importante y delicado de los ecosistemas margariteños, sobre todo del bosque seco, por lo que invitamos a todos los sectores interesados a desarrollar un plan de restauración para la Península de Macanao”, dijo.
Briceño ratificó que es necesario actuar a tiempo, pues “ya tenemos amargas experiencias de afectaciones en Macanao, incluso en áreas de amortiguamiento del Parque Nacional Laguna de La Restinga que carecen de medidas de protección. También hemos visto la afectación de los manglares de la Laguna de los Mártires en Juangriego, entre muchas otras zonas. No debemos esperar que el daño sea irremediable, es hora de unirnos por la restauración y el uso sostenible”, sentenció.
Invitó a las autoridades insulares a revisar y articular las acciones que promuevan la recuperación y el uso sostenible del recurso forestal en pro de salvaguardar la vida en el planeta y no propiciar afectaciones desproporcionadas cuyas consecuencias resulten irreversibles.