Como consecuencia de la pandemia habrá retroceso en la reducción de la pobreza en varios de los países de la región, por lo que se deben implementar medidas rápidas para la recuperación económica y reducir la desigualdad, expusieron en el foro virtual organizado por Fedecámaras.
La Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras) debatió este jueves sobre El rol de la empresa privada en la recuperación económica post pandemia, a propósito de los encuentros en línea esta semana por su aniversario 76.
Luis Carranza Ugarte, presidente ejecutivo del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), abrió el foro hablando sobre el shock importante que están sufriendo las empresas en América Latina por la restricción de oferta y caída de la demanda. Expresó que se requieren políticas monetarias donde se inyecte liquidez de manera significativa en las empresas a bajo costo y a largo plazo. “Se requiere una agenda de largo plazo para poder recuperar el tiempo perdido”.
En la CAF estiman que el producto interno bruto per cápita que tenían en 2015, será recuperado en 2025. “Estamos hablando de 10 años perdidos”, expresó Carranza. De acuerdo con el especialista, habrá retroceso en la reducción de la pobreza en varios de los países, por lo que se deben implementar medidas rápidas para la recuperación económica.
Subrayó que además de los temas económicos, se deben analizar las instituciones políticas y el sistema social. Carranza explicó que puede haber un buen empuje en el lado económico, pero si no se mejoran las instituciones políticas para que generen mayor seguridad jurídica y bienes públicos, el proceso de crecimiento podría estancarse. Asimismo, manifestó que debe haber acciones para mejorar la calidad de vida de las personas.
“Si nosotros no tenemos políticas públicas definidas para reducir la desigualdad, para reducir la pobreza, vamos a tener vulnerabilidad política, porque sociedades con alta desigualdad tienden a ser sociedades con volatilidad y vulnerabilidad política, que al final se manifiestan en medidas que impiden o no promueven el crecimiento a largo plazo”, explicó Carranza.
En este contexto es importante la protección social, pues hay números preocupantes de informalidad en la región y urgen políticas públicas que atiendan este problema, dijo.
Determinó que para retomar la reinversión nacional será necesaria estabilidad macroeconómica, seguridad jurídica, condiciones que permitan el acceso al mercado y garanticen un terreno fértil para crecer y ser rentable.
En América Latina, indicó que se estancó la renta per cápita en comparación con Estados Unidos, pero hay países como Panamá de los se debe tomar ejemplo. En el caso de Venezuela, debe haber acuerdos y pensar a largo plazo.
Cambiar la forma de trabajo
Giovanni Stumpo, jefe de la Unidad de Inversiones y Estrategias Empresariales de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), expuso datos graves diagnosticados por la organización. Entre ellos, la caída del 9,1% del PIB en Latinoamérica y el Caribe, una caída de un 23% en las exportaciones, el cierre de 2,7 millones de empresas y la pérdida de 44 millones de desempleo durante la pandemia.
El proceso de reactivación en pandemia se irá orientado a la reorganización de la producción con modelos híbridos e incorporación de tecnología a los procesos, que permitan incrementar la eficiencia, expresó. “Mucho de estos modelos se van a quedar”, dijo.
Aseguró que en los modelos de negocios habrá reorganización en la cadena de proveedores y se irá avanzando al seguimiento de la demanda y a la interacción con el cliente.
Estos cambios empresariales que originó la pandemia traerán tres posibles respuestas por parte de los empresarios, a juicio de Stumpo: el cierre de la empresa, seguir trabajando con reducción de los costos y generando menor oportunidad de empleo o una respuesta dinámica que dependerá de políticas adecuadas y va orientada a una mayor eficiencia energética, colectiva, integrando mayor tecnología y un cambio en la productividad.
Stumpo cerró recalcando que es importante asumir costos mayores con garantías a mediano plazo, dando a conocer que será clave reforzar y expandir esquemas de integración productiva y un consenso entre los actores públicos y privados.
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