Ciento nueve familias que por largo tiempo sufrieron los embates, unos de vivir arrimados, otros alquilados y la mayoría en las peores condiciones en ranchos a orillas de quebradas, ahora poseen techos dignos para ellos y sus hijos, en un urbanismo construido por la Alcaldía de Iribarren en la comunidad Lagunita El Rubio, sector Negro Primero, al noroeste de Barquisimeto, vía a Quíbor, parroquia Juan de Villegas.
El diario EL IMPULSO visitó el lugar y constató, por quejas de algunos de los beneficiarios, que si bien habitan en viviendas decentes y acordes para las familias, todavía presentan una serie de problemas que deben ser solucionados a fin de disfrutar de una mejor calidad de vida.
Al decir de un grupo de beneficiados, con este proyecto de casas lo primordial es la instalación de la red de tubería de aguas servidas, porque sin este paso jamás podrán contar con el servicio de agua, y posteriormente el asfaltado de las calles.
Englervis del Carmen Mujica, unas de las beneficiarias con el proyecto urbanístico, manifestó que a las familias les resulta una odisea al momento de realizar sus necesidades fisiológicas.
“En mi caso tengo que trasladarme hasta que un familiar cercano y eso es muy incómodo. Igual ocurre cuando debo llevar a mi niña pequeña”, acotó.
Aseguró que se trata de un hecho inhumano.
Precisó que ella tiene la suerte de contar con esa alternativa, pero la mayoría no, y por necesidad se ven obligados a acudir a una estructura de bloque adyacente a la urbanización, la cual fue convertida por ellos mismos en un baño colectivo improvisado para que todos puedan acceder.
Comentó que es sumamente preocupante la situación del agua para el lavado de la ropa, fregar los platos y el aseo personal.
Esta situación acorrala a las mujeres y las obliga a sacar dinero de donde no tienen para comprar el vital líquido a los camiones cisternas, que de paso el servicio oscila entre cincuenta y cien bolívares fuertes, sólo por llenar un tanque azul plástico, el cual, pese a que están obligados a racionarlo, les dura pocos días, y nuevamente tienen que buscar más dinero para no quedarse sin agua.
Expuso que otra alarmante verdad es que el urbanismo lo recibieron sin una bombilla del alumbrado público.
Al respecto, confesó que vista la necesidad de hogar decidieron meterse en las casas bajo estas condiciones, porque es preferible estar sin luz que arrimado, alquilado o debajo de cuatro tapas de cinc, sobre todo con niños pequeños.
Mujica habló además de la necesidad de la instalación de una pasarela en el tramo de una quebrada, el cual es paso obligado para que las personas crucen desde la avenida Florencio Jiménez hasta la urbanización.
Puntualizó que cuando llueve los carros y las motos no pueden atravesar este cauce, y las personas quedan atrapadas en una de las orillas por horas, hasta que baje la creciente, amén del barro y el agua que queda en el lugar.
