Una nueva petición polémica surgió la noche de este domingo durante el reporte diario de los casos COVID-19 que ofrece el régimen chavista en Venezuela cuando Nicolás Maduro se dirigió a los obispos del país para pedirles que presten las instalaciones de sus iglesias y conventos para dar atención a los contagiados del nuevo coronavirus.
«Ojalá prestaran sus instalaciones, algunos de estos prelados que critican al padre Numa, prestaran las instalaciones de sus iglesias, de sus conventos, para ingresar personas con coronavirus para su tratamiento. Ojalá prestaran sus instalaciones para ingresar gente que viene del extranjero, conacionales, para darle trato cristiano, solidaridad, para darle el pan al que lo necesite», dijo el líder del régimen chavista en cadena nacional.
Maduro respondió de esa forma a los religiosos que en las últimas semanas criticaron al padre Numa Molina, quien días atrás sostuvo que los migrantes que están retornando a Venezuela por las trochas son “bioterroristas”.
Pese a que Maduro ha dicho desde marzo cuando se detectaron los primeros casos posivos de COVID-19 en Venezuela, que hay suficiente capacidad de camas de hospitalización para atender la pandemia en el país, recientemente el líder del régimen ha reconocido de forma indirecta y directa el colapso del sistema de salud.
Y ello se evidencia en el hospital de campaña que se está instalando en el Poliedro de Caracas para atender a 300 contagiados, y en los hospitales de la misma índole que han colocado en estados fronterizos como Zulia, Apure, Táchira y Bolívar, según lo dijo en cadena nacional el Ministro de Salud del Régimen, Carlos Alvarado.