Todo larense conoce al menos una historia de algún hecho irregular que se haya suscitado en las misteriosas Torres de El Sisal, ubicadas al oeste de Barquisimeto.
Con el paso del tiempo, muchas personas tienen la duda de por qué esta obra nunca se culminó, o en su defecto, por qué no ha sido derribada.
Inicio del proyecto
Es importante recordar que el proyecto de las Torres de El Sisal inició en el año 1976, bajo el primer mandato presidencial de Carlos Andrés Pérez, sin embargo, tres años más tarde fueron declaradas inhabitables por presentar fallas estructurales ante una eventualidad sísmica y por tener inestabilidad en el terreno.
Reporte de suicidios
En síntesis, esta edificación tiene 41 años en el abandono. Convirtiendo estas cuatro torres de 25 pisos cada una en un lugar recurrente para noticias lamentables, como lo son la delincuencia, la indigencia y numerosos suicidios.
De hecho, recientemente se reportó que un hombre de 45 años de edad se lanzó al vacío desde el piso 17 de una de las torres. Incluso, de forma extraoficial se conoce que más de 50 personas se han quitado la vida desde esta edificación.
Intento de rehabilitación en 2013
A inicios del año 2013 comenzó un plan de rehabilitación de las torres. El ingeniero Vladimir Silva, quien trabajaba para el Ministerio para la Vivienda y el Hábitat, contó al Diario Elimpulso que a finales de ese año estaría concluida una torre, pero la promesa nunca se cumplió.
¿Por qué no se concluyó la rehabilitación?
Ante esto, Liana Arrieta, ingeniero civil que fue la asesora de este proyecto de rehabilitación en el 2013, conversó recientemente con el equipo periodístico de Elimpulso.com y confesó que este plan solo tuvo como objetivo recaudar votos para la elecciones presidenciales de ese año.
«El interés que tenía el gobierno nacional era ganar votos (…) Después de que ganó Chávez en el 2013, eso se volvió a paralizar. No tuvieron más interés en culminar«, acotó.
¿Aún es posible rehabilitar la obra?
Arrieta mencionó que «rehabilitar es más costoso y difícil que volver a construir«, pero recalcó que sí continúa siendo una opción factible, siempre y cuando exista interés.
Por otra parte, señaló que las Torres de El Sisal son un ejemplo claro de lo que está mal, en cuanto a la construcción y manejo de fondos. Por ende, expresó que tiene «el corazón roto» al ver y analizar todo lo que ha ocurrido entorno a esta obra.