Frente a la intervención de los partidos por parte del TSJ, específicamente en el caso del partido socialcristiano COPEI, un número considerable de dirigente socialcristianos del país hemos procedido a constituir un movimiento de unidad política y electoral denominado UNIÓN PARA EL PROGRESO, el cual le permitiría participar en las próximas elecciones parlamentarias, a un vasto sector opositor que entiende que ante una ausencia de plan B frente a la abstención, se hace urgente rescatar la vía electoral para lograr el cambio de gobierno que los venezolanos tanto anhelamos.
Las posiciones frente a la salida del régimen se tornan, bien por la vía de las balas o bien, por la vía de los votos. Frente a la primera, esta no se ve posible y tampoco es deseable por las consecuencias que ello trae. Frente a la segunda, asumimos el compromiso que ello nos impone, sabemos que hay escollos, pero serán día a día superados, lo terrible es quedarse en casa.
Esta iniciativa de promover una nueva organización política surge teniendo en cuenta en primer lugar que con dichas intervenciones por parte del TSJ, los partidos tradicionales que conformaron el llamado G4 no retornaran a las manos de sus líderes naturales mientras el régimen exista, y segundo, que convencidos de que “solo el pueblo, salva al pueblo”, el cambio de gobierno por la vía electoral, solo se logra con la participación del soberano.
El gobierno ha venido enchiquerando el proceso electoral como método para promover la abstención. Su estrategia se basa en un ecosistema como escenario, que en estos momentos está en el imaginario del electorado. Dicho ecosistema consiste en la sola participación en el proceso electoral de los candidatos del régimen y sus aliados, es decir, los que PSUV junto a los de su entente con la Mesita y los partidos TSJ. De ser así la participación electoral, se hace cuesta arriba que la gente salga a votar por ellos, generándose la abstención. Distinto es que, frente a ese ecosistema electoral, se presente una alternativa, una propuesta distinta que permita a la oposición venezolana tener candidatos y tarjeta a la cual otorgar su confianza en la búsqueda de un nuevo rumbo, de una opción que les permita más temprano que tarde salir del atolladero en el que vivimos.
Sera menester de este movimiento, el presentar oportunamente un programa de acción, una propuesta de cambio, que vaya de la mano con el compromiso que aspira lograr el pueblo venezolano, basado en sus necesidades y expectativas. Por ello Unión y Progreso obedece a la construcción de un movimiento integrador que logre generar una plantilla electoral alternativa en la política venezolana.
Es UNIDAD PARA EL PROGRESO, un movimiento humanista, comprometido con los débiles, con la justicia, con la democracia y sus valores intrínsecos. Sustenta su acción política en el respeto de la dignidad de la persona humana, la defensa y promoción de sus derechos como son: la vida, el trabajo, la igualdad, la propiedad, la educación, el alimento, la salud y su libertad. En lo económico, consideramos fundamental el desarrollo sustentable que revierta la pobreza extrema para que millones de compatriotas puedan acceder a oportunidades que le permitan vivir con dignidad.
En la Unión y el Progreso, esta el futuro de Venezuela, por lo cual hemos salido a su encuentro. Juntos vamos a construirlo.
Miguel Antonio Parra Giménez
@miguelparrag