En Venezuela se necesitan más de siete salarios mínimo o pensión de 400.000 bolívares para adquirir una canasta alimentaria mínima de ocho productos, conformada por un kilo de carne, de pollo, de harina de maíz precocida, de arroz, de pasta y un kilo de queso blanco, además de un litro de aceite y un cartón de huevos.
De acuerdo con el Observatorio de la Canasta Alimentaria de la fracción parlamentaria de Primero Justicia, en Apure un venezolano necesita ahorrar por siete meses y medio para tener los 2.875.000 bolívares (12,01 dólares a una tasa promedio de 239.365 Bs./$), que se requieren para comprar los ocho alimentos. Este estado es el más barato para alimentarse, lo que no significa que la situación alimentaria de su población sea mejor que la del resto del país.
En Nueva Esparta, que por tercera semana consecutiva se mantiene como el estado más costoso para alimentarse de las 19 entidades monitoreadas, se necesita trabajar 11 meses, es decir, casi un año, para adquirir la cesta que se ubica en 4.617.000 bolívares, que al tipo de cambio promedio utilizado por el observatorio son unos 19,29 dólares.
Entre el estado llanero y el insular hay una diferencia de 1.742.000 bolívares, debido a que en los precios de Apure no inciden los altos costos de transporte de los alimentos, sobre todo de la proteína animal, como en Nueva Esparta.
En Venezuela 79,3% de la población no tiene cómo cubrir la canasta de alimentos, mientras 96% de los habitantes se encuentra en situación de pobreza, de acuerdo con la Encuesta de Condiciones de Vida (ENCOVI) 2019-2020 presentada el pasado 7 de julio.
«El régimen es incapaz de darle un apoyo correcto y suficiente al venezolano. Ha mostrado su imposibilidad de paliar la gravísima situación en cuarentena», sostiene la diputada a la Asamblea Nacional (AN) por el estado Portuguesa María Beatriz Martínez.
«En otros países los Estados han incrementado el gasto público para ayudar a sus ciudadanos, aquí en Venezuela no hay posibilidades con el régimen de Nicolás Maduro de hacer lo mismo porque, por un lado, las reservas están en el suelo, y por el otro no tenemos manera de acceder a financiamiento extranjero».
La Asamblea Nacional ha insistido en la implementación de un plan de apoyo al hogar venezolano que incluye una transferencia directa de 100 dólares al 100% de la población «sin ningún tipo de manipulación ni de manejo oscuro».
«Los bonos de hambre de Maduro buscan la humillación de la dignidad humana del venezolano para poder controlarlo con el hambre«, dice la diputada.
La parlamentaria explica que la merma en la oferta de algunos productos por la sostenida caída de la producción en Portuguesa, donde se cultivan fundamentalmente maíz y arroz, ha elevado los precios de estos alimentos.
«Lamentablemente hemos visto una poca producción en Portuguesa por las dificultades que tienen los productores para trabajar, entre ellas falta de insumos, de acceso a crédito y escasez de gasolina. Antes no solo nos autoabastecíamos de arroz sino que éramos exportadores. Había bastante disponibilidad en el mercado».