No hay una inversión en el tema de los pacientes renales por parte del Seguro Social.
Douglas Morales – Paciente renal de Barquisimeto
Una protuberancia en sus antebrazos deja saber que son personas con tratamientos renales. Al ser consultados por Elimpulso.com respecto a la calidad de tratamiento que reciben en Barquisimeto, representantes de pacientes renales coincidieron en que se practican diálisis en condiciones muy precarias y con severas deficiencias.
Los reclamos al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) no han sido pocos, ni siquiera durante este año que va por la mitad y que trajo consigo una pandemia que aún estremece al mundo. Las personas con deficiencia renal en Barquisimeto libran una batalla diaria no solo con sus cuerpos, sino también con la deficiente atención médica que les brinda el Estado.
Fallas en todos los servicios públicos, falta de médicos y enfermeras producto de bajos sueldos, planta de ósmosis deficiente, máquinas de diálisis dañadas y la entrega incompleta del tratamiento complementario a la diálisis, son parte de la lista negra que detalló Carmen Padilla, paciente renal de la Unidad de Diálisis Barquisimeto, donde hacen vida 165 enfermos renales.
Justo en ese centro de salud, se infectaron los catéteres y fístulas de al menos 14 pacientes, como consecuencia de haber recibido tratamiento durante más de 15 días sin aire acondicionado y expuestos a altas temperaturas.
Queremos un tratamiento de calidad de 4 horas. No queremos seguir mendigando 3 horas o 3 horas y media de diálisis. No es capricho del paciente, es nuestra calidad de vida.
Carmen Padilla – Paciente renal de Barquisimeto
Padilla, fue al siguiente punto y amplió que algunas de las medicinas que no reciben con regularidad son Eritoproyetina, Complejo B12 de buena calidad y Zemplar, el cual, asegura, hace cuatro años que no lo reciben por parte del IVSS, pese a que los mismos pacientes han facilitado contactos de quienes lo distribuyen para que ese organismo hagala debida compra.
La electricidad es la gran ausente
Los racionamientos eléctricos han ocasionado averías en la planta de ósmosis de la Unidad Barquisimeto, pues durante la noche (cuando ocurre el apagón) éstas deben realizar el citro de retrolavado, no obstante al no haber electricidad, el proceso debe hacerlo manualmente el almacenista del lugar, quien no es especialista en la materia.
Por otro lado, en la unidad Razetti donde se dializan 180 personas, ha fallado el suministro eléctrico en plena aplicación de la diállisis y ha generado averías en las máquinas, además de retrasar la aplicación del tratamiento y, en consecuencia disminuir el tiempo de diálisis para otro paciente.
Esta situación, entre otras cosas, llevó a Douglas Morales, paciente de la citada unidad, a decir que el Seguro Social no se ocupa de la situación de los pacientes renales, pues no hace inversiones al respecto y ello se evidencia en los problemas antes descritos.
Las máquinas están operativas pero no hay bombillos
En la Unidad de Diálisis La Pastora, ubicada en el centro de Barquisimeto, se hacen tratamiento 145 pacientes y, según declaró la señora Nancy Delgado, paciente de dicha unidad, las 27 máquinas disponibles funcionan gracias a que el almacenista constantemente las repara.
Sin embargo, para poder hacerse el tratamiento deben alumbrar con las lámparas de sus celulares, pues la sala de diálisis está a oscuras dado que nigún bombillo funciona. «Los baños no servían pero hace una semana que los pusieron a funcionar. Un aire acondicionado trabaja a medias y los otros dos no están trabajando desde hace un año», agregó Delgado.
Otra situación que ocurre en esta y las demás unidades, tiene que ver con la falta de personal médico y de enfermería, quienes se han marchado por el bajo sueldo que devengan.
La diálisis es la única opción para los pacientes renales en Venezuela, porque los trasplantes fueron cerrados hace aproximadamente tres años.
Carmen Padilla – Paciente renal de Barquisimeto
Delgado comentó que un médico en la Unidad La Pastora gana Bs. 1.500.000. al mes. Por otro lado, la señora pudo concoer que una enfermera que renució recientemente ganaba Bs. 700.000 menos del sueldo mínimo mensual en Venezuela.
Los consultados agradecieron el apoyo que han recibido por parte de la Gobernación de Lara respecto al transporte y tickets para surtir gasolina, a fin de poder trasladarse a sus sitios de tratamiento durante la pandemia y crisis de combustible en el país; además de donaciones de catéteres y operaciones de fístulas.
Sin embargo el problema de fondo persiste para estas personas, pues la falta de inversión hace más precaria la aplicación de la diálisis, la cual es su única opción, visto que los trasplantes de riñón se cancelaron hace al menos tres años en Venezuela, según indicó Carmen Padilla, paciente renal.