El número de casos confirmados de coronavirus entre reclusos en Estados Unidos superó la marca de los 50.000 el mes pasado, mientras brotes recientes amenazan con deshacer las medidas de control implementadas al inicio de la pandemia.
Para finales de junio, se habían registrado por lo menos 52.649 casos confirmados de coronavirus entre los reclusos, un incremento del 8% respecto a la semana anterior, de acuerdo con datos recopilados por The Associated Press y Marshall Project, una organización sin fines de lucro que se enfoca en la justicia penal.
Entre los casos, por lo menos 35.796 reclusos se han recuperado y al menos 616 han fallecido, según los datos. Además, se han registrado más de 11.180 casos de coronavirus entre el personal de las prisiones, incluidas 43 muertes.
Para el 30 de junio, sólo Wyoming y Hawai no habían identificado algún caso de COVID-19 entre los reclusos.
Los datos también mostraron que los casos nuevos en las prisiones comenzaron a disminuir el mes pasado, luego del rápido crecimiento visto en la primavera, cuando Michigan, Ohio, Tennessee, Texas y otros estados comenzaron a realizar pruebas masivas en las instalaciones. Sin embargo, para finales de junio, los brotes nuevos en Arkansas, California y Texas empezaron a elevar las cifras nuevamente.
El repunte de casos en las cárceles es similar al fuerte aumento de infecciones a lo largo y ancho de Estados Unidos, donde se han reportado unos 50.000 diarios en los últimos días y cada vez hay más focos de infección en varios estados como Arizona, Florida y Texas.
Las cárceles han sido objeto de una preocupación específica debido a temores en torno a la implementación de medidas de distanciamiento social y el miedo de que brotes dentro de las instalaciones hacinadas puedan afectar a las comunidades aledañas, debido a que empleados y proveedores entran y salen de ellas.
La Agencia Federal de Prisiones informó que la mayor cantidad de reclusos muertos fue de 94. Ohio reportó la mayor cantidad de decesos, con 86 registrados hasta finales de junio. Más de 5.000 reclusos en cárceles federales han dado positivo.
Muchos sistemas penitenciarios de Estados Unidos albergan a personas en condiciones que hacen imposible implementar medidas de distanciamiento social, dijo Nicole Porter, directora de promoción para The Sentencing Project.