Nunca le falta el antibacterial en su bolsillo. Aunque es un gel hecho a base de alcohol, el septuagenario aseguró que es la única manera, además del tapabocas, de protegerse del coronavirus que ataca agresivamente a los larenses y a gran parte de la población venezolana.
«No quiero contagiarme con ese virus chino. Me basta con ser paciente renal«, aseveró José Omar Atacho a Elimpulso.com mientras su pierna derecha hacía un círculo constante en el piso.
El hombre contó sentirse un poco angustiado por las constantes fallas que presentan las Unidades de Diálisis Barquisimeto que van desde la falta de aires acondicionados hasta deterioro de las maquinas que son utilizadas por los pacientes para cumplir sus tratamientos.
«El gran problema y preocupación que tenemos todos los pacientes renales en cuarentena es que están dañadas las maquinas con las que nos hacemos el tratamiento. No llegan los repuestos y los técnicos no los mandan del Seguro Social por eso solamente nos dializamos solamente dos horas. En algunas unidades no hay aires acondicionados y si los hay lo encienden solo una hora para refrescar la sala. Sino nos mata el virus lo hace la ineficiencia gubernamental«, manifestó Atacho.
A merced del calor
La falla en los aires acondicionados también la denunció Carmen Padilla, defensora de los derechos humanos de los enfermos renales en Lara, quién aseguró para esta casa editorial a través de un contacto telefónico que quienes acuden a la Unidades de Diálisis ubicada en la carrera 25 con calle 24 deben optar por llevar ventiladores desde su casa.
«En la unidad de Diálisis en Barquisimeto atienden a 155 pacientes, pero se estan viendo afectados 54. La sala de diálisis y la de espera no tienen aire acondicionado ni electricidad. Los pacientes deben abrir la puerta porque el calor es insoportable y muchas veces sienten que se asfixian«, puntualizó Padilla.
Padilla, quien también es atendida en esta unidad de diálisis, aseguró que el temor que tienen las personas es que debido al calor en el sitio se infecten las fistulas y catéteres que tienen algunos pacientes.
«Es inhumano lo que están haciendo con nosotros. No solo debemos cuidarnos del virus sino también de cualquier infección que podamos adquirir en ese lugar», sentenció.
Señaló que en la región hay ocho unidades de diálisis, de las cuales siete presentan grandes problemas por mal funcionamientos en los servicios, falta de personal médico y dotación de insumos.