La lámina adelgazante inteligente o malla supralingual es una técnica novedosa para las personasque necesitan y desean bajar de peso de forma rápida y segura.
Así lo explicó Nelson Medina, médico cirujano que coloca este tipo de malla en Barquisimeto, bajo una sedación local para el procedimiento ambulatorio.
“Es una de las alternativas rápidas, seguras y eficaces para el control de peso, sobre todo después de los excesos decembrinos, porque el paciente puede bajar entre 8 y 12 kilos en un mes, y entre 8 y 10 centímetros de circunferencia abdominal”, explicó Medina.
Esta lámina se coloca en la lengua, de manera que la persona no pueda ingerir alimentos sólidos, pero además, cuenta con otros mecanismos.
“Además de consumir sólo alimentos líquidos, la malla hará que la ansiedad por comer disminuya, y producirá cierta distorsión en algunos sabores”, señaló Medina.
Indicó que este procedimiento también está indicado para quienes deben ser sometidos a procedimientos quirúrgicos más agresivos como una cirugía bariátrica.
De hecho, podría llamarse cirugía bariátrica ambulatoria, porque aunque no se reduce el estómago, el paciente, después del mes de tratamiento con la malla, sentirá saciedad con poca comida y podrá continuar en su avance por el peso ideal y su mantenimiento a largo plazo, sin temor al efecto rebote.
El cirujano dijo que este procedimiento está indicado entre los 15 y 80 años de edad, no tiene contraindicaciones a menos que la persona tenga un embarazo o enfermedad terminal
“Lo más importante es que son atendidos por médicos profesionales: cirujano, nutricionista, psicólogo, enfermera”, señaló.
Cada siete días tiene consulta nutricional para evaluar el avance, y desde el principio se le suministra un menú cada semana, con las calorías que deberá consumir a diario, de manera que logre el objetivo sin descompensar al organismo.
“Claro está, la malla supralingual, al igual que otros procedimientos para bajar de peso, deben ir acompañados de ejercicios moderados, y así complementar un estilo de vida saludable”, agregó.
Mencionó que no existe ningún riesgo para la salud, porque se les enseña a comer de forma saludable y también las consecuencias de una mala alimentación.
“Una vez que se ha creado conciencia de lo que se ingiere no se le va a despertar ese niño que comía por instinto, además de la sensación de llenura que refieren los pacientes, lo cual les permite comer poco”, agregó Medina.
Mencionó que este tipo de procedimiento es una oportunidad para volver al peso ideal, pero desde allí deben continuar con un control nutricional, sobre todo si es un paciente propenso a engordar.
“Muchas veces mandan una dieta pero no existe un seguimiento al paciente, quien se aburre o simplemente se desmotiva, eso no sucede con la lámina”, concluyó.
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